El organismo alertó, igualmente, ante los peligros que supone un escenario de elevada inflación y ralentización de la actividad económica, con riesgo real de estanflación.
Por países, el Banco Mundial prevé para la mayor economía de la región, Brasil, un crecimiento del 1,5% ; del 4,5% para Argentina (tras el descalabro vivido en 2020); del 1,7% para México y del 5,4% para Colombia.
Por su parte, se espera que Perú crezca un 3,1% este año; Ecuador, un 3,7%; Chile, un 1,7%; Uruguay, un 3,3 %; Paraguay, un 0,7 %; y Bolivia, un 3,9%.
En su informe actualizado de Perspectivas Económicas Globales, publicado hoy, la institución financiera internacional bajó únicamente en una décima el porcentaje de crecimiento previsto para la región (del 2,6% proyectado en enero al 2,5% actual).
Lea más: Cepal advierte del aumento de la pobreza extrema en Paraguay y Brasil
Perspectivas para 2023
Sí redujo significativamente, sin embargo, la previsión para el próximo año, 2023, que en enero había situado en el 2,7% y ahora ha rebajado hasta únicamente el 1,9%.
El principal riesgo que el BM señaló para Latinoamérica y el Caribe fue un posible impacto en las exportaciones y de la inversión a causa de la caída del crecimiento en el resto del mundo, especialmente en países como China (principal destino comercial de los productos suramericanos) y Estados Unidos (con estrechos vínculos con las economías mexicana y centroamericanas).
Una caída de las exportaciones, unida a la debilidad de la demanda interna, podría llevar a algunas de las grandes economías de la región a la recesión, según el informe.
La guerra en Ucrania es otra de las principales amenazas para las economías latinoamericanas, dada su dependencia de los fertilizantes rusos y bielorrusos para el campo, por lo que una hipotética situación de escasez de fertilizantes empeoraría las cosechas, aumentaría el precio de los alimentos y dispararía la pobreza.
Escenario
Este escenario, según la entidad financiera, desataría previsiblemente protestas, lo que a su vez reduciría las inversiones y podría llevar a los Gobiernos de la región a adoptar medidas consideradas negativas para el crecimiento como controles de precios o restricciones a la exportación.
En Centroamérica y el Caribe, las proyecciones del BM son de un crecimiento del 3,4% para Costa Rica; del 5% para la República Dominicana; del 2,7% para El Salvador; del 3,1% para Honduras; del 3,4% para Guatemala; del 2,9 % para Nicaragua; y del 6,3% para Panamá.