En su "Informe trimestral enero-marzo 2022", el banco central estimó un escenario central de crecimiento de 2,2 % con un límite inferior de 1,6 % y uno superior de 2,8 %.
El organismo autónomo también disminuyó a 2,4 % su proyección central del PIB para 2023, desde una estimación anterior de 2,9 %.
Por el otro lado, la Junta de Gobierno de Banxico elevó su pronóstico de la inflación general, que ahora promediaría un 6,4 % anual en el último trimestre de 2022, frente a la previsión pasada de 4 %.
El banco central espera que la inflación general anual alcance su "pico" en el segundo trimestre de este año, para después descender en lo que resta de 2022 y a lo largo de 2023.
La subida de precios a tasa anual no llegaría a niveles cercanos a 3 %, la meta de Banxico, hasta el primer trimestre de 2024.
"Prevalece un entorno complejo y desafiante para la economía mundial derivado de las afectaciones que persisten por la pandemia a nivel global, a las cuales se han sumado las ocasionadas por el conflicto en Europa del Este", reconoció el organismo en su reporte.
Con este contexto, Banxico justificó su política monetaria, que el 12 de mayo resultó en elevar la tasa de interés al 7 %, lo que representa el octavo incremento consecutivo del objetivo ante la inflación general, que alcanzó el 7,68 % en abril, su nivel más alto desde 2001.
Los pronósticos mostraron una ralentización económica después de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) divulgó la semana pasada que el PIB creció un 1 % trimestral entre enero y marzo de 2022, además de avanzar un 1,8 % anual.
México no ha recuperado su nivel económico previo a la pandemia tras un desplome histórico de 8,2 % del PIB en 2020 y un repunte de apenas 4,8 % en 2021.
"Se considera que el entorno internacional de elevada incertidumbre ha reforzado el sesgo negativo del balance de riesgos para el crecimiento del país. En este contexto, una intensificación de los conflictos geopolíticos podría acentuar dicho sesgo aún más", advirtió Banxico.