"Tradicionalmente, en Prehistoria y en Antropología, habíamos definido a las sociedades de cazadores recolectores como sociedades a pequeña escala o simples. Los datos que tenemos en la actualidad indican que eran sociedades complejas en la medida en que la transmisión de información se producía a través de redes sociales muy extensas que conectaban a individuos de un mismo grupo o unidad residencial con otros individuos de otros grupos", declara este martes a Efe el arqueólogo de la Universidad de Alicante (UA, este de España) Javier Fernández López de Pablo.
Las redes sociales fueron fundamentales para entender la evolución de la cultura de las poblaciones de cazadores recolectores. Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo estudio publicado hoy en la revista "Trends in Ecology and Evolution" y coordinado desde la UA, en el que participan investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia y de las universidades de Barcelona (noreste de España), Cambridge, Zúrich, Aarhus (Dinamarca), San Antonio (Texas) y del Estado de Arizona.
El trabajo revela que, en las poblaciones de cazadores recolectores, los procesos de aprendizaje social se caracterizan por la transmisión de información entre individuos del mismo grupo y de diferentes grupos residenciales.
Este conjunto de vínculos llegó a formar redes extensas conectando grupos muy distantes. Por este motivo, el trabajo introduce el concepto de "Network thinking" (pensamiento en clave de redes) como un nuevo enfoque científico que tiene por objeto entender cómo la estructura social ha influenciado la evolución cultural en sociedades de cazadores recolectores en el pasado y en la actualidad, según informaron fuentes de la UA en un comunicado.
Uno de los aspectos importantes de este estudio es que se define lo que "son las redes sociales en la Prehistoria como un área del conocimiento que va a marcar nuestra comprensión sobre los procesos de transmisión cultural y acerca de cómo la cultura ha evolucionado a lo largo de la Prehistoria", destaca a Efe Fernández López de Pablo, investigador distinguido del Instituto Universitario español de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la UA y uno de los autores del artículo.
Otra de sus aportaciones es que, por primera vez, un equipo formado por psicólogos evolutivos, antropólogos, arqueólogos y especialistas que trabajan con modelos computacionales se unieron para consensuar un artículo científico. Se trata de una visión integradora y consensuada entre especialistas de diferentes campos del saber, subraya el arqueólogo.
"Para hacer que el conocimiento en la arqueología sea verdaderamente relevante para otros campos del saber, debemos traspasar las fronteras de nuestra disciplina y buscar marcos interdisciplinarios. Esto es lo que por primera vez se consigue en este artículo", resalta Fernández López de Pablo.
"La evolución de nuestra especie ha corrido paralela a la de nuestras propias redes sociales", asegura este investigador, quien recuerda que "la evolución cultural es la transmisión y retención del conocimiento".
En el artículo se incide en la necesidad de aplicar análisis de redes sociales en arqueología para entender cómo los cambios en la conectividad social influyeron en diferentes procesos de cambio cultural.
Así, el profesor de la Universidad de Barcelona Sergi Lozano, otro de los autores del trabajo, sostiene que “la aplicación de análisis de redes sociales al registro arqueológico puede ofrecer una perspectiva única, de largo recorrido, para entender cómo la conectividad social influyó en procesos como la difusión de ideas y tecnologías, la diversificación cultural y la deriva cultural”.
El trabajo fue realizado en el marco del proyecto de investigación Paleodem, financiado por el Consejo Europeo de Investigación.