“El papel de Rusia es enorme. Ocupamos la octava parte de la Tierra con más de 815 hectáreas de bosques”, dijo Kozlov al periódico ruso Izvestia.
Según el ministro, al comprometerse a reducir en un 30 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y a la neutralidad de carbono para 2060, Rusia desarrolla una base legal y económica seria para llevar a cabo esas tareas.
"¿Si tenemos que abandonar el Acuerdo de París? Definitivamente, no", recalcó Kozlov.
Explicó que lo contrario significaría que el país niega los problemas climáticos y no quiere trabajar para solucionarlos.