Salvini ha reiterado en varias ocasiones su voluntad de poder ir a Moscú para reunirse con miembros del Gobierno ruso para poder mediar el fin de la guerra y la vuelta a las negociaciones y este sábado explicó que estaría de nuevo pensando en ello y que "no quiere ir a Rusia en nombre del gobierno", sino para representar "el sentir de la mayoría de los italianos".
Estas declaraciones provocaron críticas de miembros de diferentes partidos políticos como el secretario del progresista Partido Demócrata, Enrico Letta, que definió la iniciativa como una "locura" y comentó con sarcasmo que el líder de la derechista Liga "va donde late el corazón", en referencia a sus anteriores posiciones a favor del presidente ruso, Vladimir Putin.
Los diarios italianos publican hoy, citando fuentes internas del gobierno, que el primer ministro, Mario Draghi, se sintió "asombrado y molesto" por la decisión de Salvini, quien no habría informado de sus intenciones.
Además, las declaraciones de Salvini se producen unos días después de la conversación entre Draghi y Putin en la que, entre otras cosas, abordaron la posibilidad de encontrar una solución al bloqueo del puerto de Odess y otros puertos. del Mar Negro impuesto por Rusia, que está imposibilitando exportar por barco casi todo el trigo disponible en Ucrania.
Desde el ministerio de Exteriores se aseguró que no tenían conocimiento del posible viaje y el ministro, Luigi di Maio, zanjó: "Con Putín habla solo Draghi".
Di Maio afirmó que ir a Moscú no puede ser "un tour del verano" y pidió a Salvini "responsabilidad".
Las críticas llegaron también desde su socia en la coalición de la derecha, la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que afirmó que "hay que tener cuidado en no dar ningún signo de grietas en el frente: en esta etapa necesitamos una postura sólida de Occidente".
Salvini y la Liga han tenido durante mucho tiempo relaciones muy estrechas con el gobierno ruso.
El líder de la Liga ha llegado a expresar una gran admiración por Putin, incluso después de la invasión de Crimea.
Durante un viaje a Moscú también se hizo una foto con una camiseta con la foto de Putin, y en varias ocasiones había dicho que estimaba y respetaba al presidente ruso, afirmando que le había dado "riqueza, prosperidad y orgullo" a Rusia. después del período soviético.
A principios de marzo, Salvini viajo a Polonia, pero en Przemysl, una ciudad a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania, el alcalde, Wokciech Bakun, advirtió que no podía darle la bienvenida, y le invitó a ir a la cercana línea divisoria para "condenar" la invasión militar de Rusia.