Cargando...
Salvador Ramos, el autor de la masacre de la escuela primaria de Texas, tenía 18 años. Apenas días atrás, otro chico de 18 había matado a 13 afroamericanos en un supermercado en Buffalo.
El autor de la matanza de la escuela de Parkland era también de 18, el de Sandy Hook tenía 20, el de Virginia Tech, 23 y es la tendencia: los asesinos masivos en Estados Unidos son muy jóvenes (salvo el autor de la masacre de Las Vegas) y casi todas las matanzas en jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias en este país fueron cometidas por adolescentes.
Lea más: Florida llora la matanza en colegio de Texas con el recuerdo de Parkland vivo
En Estados Unidos los jóvenes no pueden tomar una cerveza legalmente hasta los 21 años, tampoco pueden ir a un bar o a bailar en una discoteca. Está prohibido. Pero sí pueden ir a la guerra o comprar sin problemas cualquier arma, hasta un fusil de asalto, en apenas una hora en un supermercado.
No solo pueden tener la suya, sino que también pueden acceder al armario de sus padres o de cualquier familiar que posiblemente tenga allí un arsenal. Estados Unidos, se sabe, es la sociedad más armada del mundo, con más de un arma por habitante.
Según Statista, que hizo un relevamiento entre 1976 y 2020, los autores de 175 matanzas en escuelas primarias y secundarias de EE.UU. tenían 17 años, en otras 163 tenían 16, otras 138 tenían 15 y en 106 tenían 18 años.
¿Por qué ocurren las masacres en Estados Unidos?
Más allá del debate más conocido sobre la resistencia de los legisladores de este país a limitar la portación y compra de armas, surgen otras preguntas: ¿Por qué son tan jóvenes los autores de las masacres en Estados Unidos? ¿Hay demasiada sobre exigencia o frustración? ¿Por qué se radicalizan hasta convertirse en monstruos? ¿Influyen las redes sociales?
Lea más: Peor matanza en los Estados Unidos deja 58 muertos y más de 500 heridos
Consultado Marc Zimmerman, codirector del Instituto para la Prevención de Lesiones por Armas de Fuego de la Universidad de Michigan, señaló a Clarín que “alguna explicación puede ser que el cerebro humano no está completamente desarrollado hasta alrededor de los 25 años, por lo que es posible que el control de impulsos, la resolución de problemas y las habilidades de afrontamiento sean limitadas antes de esa edad. Por otra parte, la mayoría de los tiradores masivos tienen algún problema o están en un punto de crisis y el 40% tiene algún trauma infantil temprano o exposición a la violencia”.
Patricia Fernandez-Kelly, profesora de Sociología de la Universidad de Princeton, señala que la mayor parte de los crímenes violentos son cometidos por “jóvenes en sectores económicamente vulnerables que se sienten alienados, con pocas perspectivas económicas, y carentes de respeto. Ávidos de protagonismo, recurren a la violencia como un acto de protesta y para atraer la atención del resto del mundo”.
Lea más: Nueva York investigará webs visitadas por el autor de la matanza de Búfalo
Otro dato es que prácticamente todos los autores son varones. La socióloga introduce el concepto de la “alienación masculina”.
Señala que “los procesos de desindustrialización asociados a la globalización, la pérdida de empleos estables, los movimientos de reivindicación de los derechos de minorías raciales, homosexuales, mujeres, etc. también han contribuido de manera significativa al estado de alienación masculina. Es en tales condiciones que han aumentado los suicidios y el consumo de drogas. La violencia entre hombres jóvenes que lleva a masacres como la de Texas parece florecer sobre un subsuelo de frustración y carencia de miras al futuro”.
Lea más: Víctimas del tiroteo en Uvalde estaban en el mismo salón de clase
Adam Lankford, profesor de justicia penal en la Universidad de Alabama, publicó un estudio sobre las matanzas y, como todos, cree que la facilidad de acceso a las armas es algo crucial. Pero, agrega que en Estados Unidos hay un componente adicional: “Su fuerte sentido de excepcionalismo y cultura individualist, algo que a los niños estadounidenses se les enseña desde una edad temprana”.
Lankford explica que “existe la noción de que, en general, Estados Unidos es excepcional en una variedad de formas en términos de nuestra historia: el grado en que luchamos por la independencia, siendo el primer y más exitoso país de nuestro tipo”, dice Lankford. Si les enseñas a tus hijos: ‘Puedes lograr lo que quieras si te lo propones’, podrías estar preparándolos para que fracasen”.
¿Quiénes son los atacantes?
El perfil de los atacantes es por lo general de alguien reservado, que no tiene muchos amigos, que tiene poca vida social, pero que está muy conectado a Internet.
Fernández-Kelly señala que “el aislamiento social y soledad interna en combinación con mensajes transmitidos por nuevas tecnologías (Facebook, Twitch, etc.) también juegan algún papel, como demuestra el caso del supermercado de Buffalo”.
Agrega que “Payton Gendron, quien asesinó a diez personas en la Tienda Tops, internalizó ideologías racistas a través de Internet durante periodos de aburrimiento propiciados por la pandemia. Es decir, que los mensajes extremos proporcionan a los hombres jóvenes sin futuro una manera de adquirir protagonismo a costa de grupos percibidos como inferiores o repugnantes”. Garen Wintemute, profesor de Prevención de la Violencia de la Universidad de California, Davis, dijo a Clarín que “las redes sociales juegan un papel en el fomento de la violencia masiva y la violencia en general, pero al mismo tiempo proporciona un medio para la prevención, ya que la mayoría de los tiradores masivos dan a conocer sus intenciones por adelantado. La frase que usamos aquí es: “Si ves algo, di algo”.
El fácil acceso a las armas
Mas allá de estas observaciones, todos los expertos señalan como una causa fundamental la facilidad con la cual es posible adquirir armas de fuego. “El odio, el aislamiento, el agravio y el acceso a las armas de fuego son razones muy importantes” para perpetrar sus matanzas.
“Los jóvenes aislados existen en todo el planeta, y la violencia masiva no es exclusiva de los Estados Unidos. Estados Unidos tiene un nivel muy alto de acceso a armas de fuego, es lo que aquí empeora mucho el problema”, dice Wintemute.
Lea más: Acciones de los fabricantes de armas en EE.UU. suben tras el tiroteo en Texas
Fernández-Kelly apunta: “Tenemos en Estados Unidos un 20 por ciento más armas que residentes, una proporción superior a Yemen, país que está en segundo lugar en lo que toca a armamentos y en el cual se despliega una guerra civil! ¡Hay aquí más armas que en un país en pie de guerra!”, dice Fernández-Kelly.
Armas de fuego, principal causa de muerte en Estados Unidos
Al mismo tiempo, las armas de fuego se convirtieron en la principal causa de muerte para los niños y adolescentes estadounidenses en 2020, según investigadores que analizaron los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Es un cambio importante en los riesgos para los jóvenes en los Estados Unidos. Durante más de 60 años, los accidentes automovilísticos fueron la principal causa de muerte para chicos y adolescentes.
Lea más: La venta de armas sigue disparada en Estados Unidos
Los accidentes automovilísticos son ahora el número dos, mientras que las sobredosis de drogas son el número tres. Las cifras de muerte por armas de fuego crecieron durante la pandemia, cuando escaló la venta de fusiles y pistolas.
¿El sistema educativo puede hacer algo para prevenir las matanzas?
Zimmerman apunta que: “Las escuelas deberían establecer expectativas claras de comportamiento, ayudando a todos los miembros de una comunidad escolar (estudiantes, maestros, personal) a reconocer las señales cuando alguien comienza a mostrar indicios de angustia (por ejemplo, perder interés en las cosas, hablar sobre matar o lastimarse a sí mismo o a otros, regalar cosas que les importan, autoaislamiento) y tener equipos multidisciplinarios para brindar primeros auxilios de salud mental y remitir a los estudiantes temprano para recibir tratamiento y apoyo de salud mental”.
Pero, agrega, “si bien las escuelas juegan un papel especial porque es donde los estudiantes pasan mucho tiempo juntos, la violencia escolar también está relacionada con la violencia familiar y comunitaria, por lo que el sistema educativo no puede ser totalmente responsable de hacer que nuestras escuelas y comunidades sean seguras”.
FUENTE: DIARIO CLARÍN