Manuel Oliver, padre de una de las 17 víctimas de la matanza ocurrida en el instituto Marjory Stoneman Douglas, de Parkland (al norte de Miami), criticó a los políticos que, cuando sucede una masacre de este tipo, dicen: "Nuestros corazones están con las familias".
"Senado, Congreso, Casa Blanca, presidente, vicepresindente, gobernadores, cabilderos, corporaciones y civiles que siguen ignorando nuestras voces, váyanse a la mierda (Fuck You!) un millar de veces", arremetió Oliver en su cuenta de Twitter.
Minutos antes, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, había informado de la muerte de 14 niños y un profesor tras la irrupción de un joven de 18 años en la escuela, donde abrió fuego contra sus víctimas. Esa cifra ya ascendió a 18 menores.
"Bien, saben qué? Las familias no necesitan sus malditos corazones. Ellas necesitan a sus niños. Y sus niños ya no estarán ahí nunca más", añadió Oliver, miembro de la plataforma Change the Ref, cuya misión es "crear conciencia sobre los tiroteos masivos a través de intervenciones estratégicas que reducirán la influencia de la Asociación Nacional de Rifle (NRA) a nivel federal".
Fred Guttenberg, padre de uno de los alumnos asesinados en Parkland, Jaime Guttenberg, expresó al medio MSNBC: "Ellos volvieron a fallar a nuestros hijos".
MASACRE EN UVALDE
Al menos 18 niños y un profesor murieron este martes por disparos de un joven que irrumpió en un colegio de primaria de la citada población de Texas, donde el atacante fue abatido luego por la Policía.
Según los datos ofrecidos por las autoridades, el agresor —identificado como Salvador Romas, de 18 años— irrumpió con un arma de mano y posiblemente con un rifle, sobre las 11.37 hora local (16.37 hora GMT) en el centro Robb Elementary School de Uvalde, a unas 83 millas (133 kilómetros) de San Antonio.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ordenó a continuación que las banderas ondeen a media asta "en honor a las víctimas de la Ttagedia en Uvalde, Texas", escribió.
La comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, Nikki Fried, expresó su impotencia en su cuenta de Twitter por no poder ofrecer palabras de esperanza, puesto que, escribió, "hoy solo siento pérdida, desesperación y frustración".
"Hasta que podamos trabajar juntos para sofocar el fuego salvaje de la violencia armada, la esperanza seguirá siendo esquiva", lamentó Fried.
Por su parte, Daniella Levine Cava, alcaldesa del condado Miami-Dade, apuntó en las redes sociales que, "menos de dos semanas después de Buffalo, nuestro país se ve obligado a presenciar otro tiroteo masivo. Casi todos los que murieron hoy eran niños de primaria: niños hermosos e inocentes con toda la vida por delante", expresó con dolor.
El senador republicano por Florida Rick Scott manifestó su desconsuelo por esta nueva matanza en un colegio de Estados Unidos y afirmó que "ningún estudiante debería tener miedo de ir a la escuela. La violencia debe terminar".
De "desgarrador" calificó este tiroteo en las redes sociales, por su parte, la congresista republicana por Florida María Elvira Salazar: "Mantengamos a la comunidad de Uvalde en nuestras oraciones después de enfrentar un acto de violencia tan horrible y sin sentido".
La representante por Florida Frederica Wilson preguntó: "¿Cuántos más de nuestros jóvenes deben pagar el precio antes de que nuestros colegas republicanos finalmente (...) se unan a nosotros en acción para frenar la epidemia de violencia armada y proteger a nuestras comunidades?".
"Otro día, otra tragedia, y aún no hay acción para proteger a nuestros niños", enfatizó Wilson.
El ataque de hoy es el tercer tiroteo en un centro escolar más mortífero de la última década, después del ocurrido en 2012 en la escuela de Sandy Hook en Newton (Connecticut), donde 26 personas murieron; y el de 2018, en el instituto secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde fueron 17 los fallecidos.