La Casa Blanca había impuesto también embargo de facto al petróleo venezolano vigente desde abril de 2019. Una de las prohibiciones era a la petrolera estadounidense Chevron de negociar con la estatal PDVSA.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, tras la reelección de Maduro en cuestionados comicios.
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Washington reconoció entonces como presidente interino al jefe del Legislativo, el opositor Juan Guaidó, e impuso una batería de sanciones para forzar la salida de Maduro.
“Estados Unidos está tomando una serie de medidas a pedido del gobierno interino de Venezuela y la plataforma Unidad de partidos de oposición que negocian con el régimen venezolano, para respaldar su decisión de regresar a la mesa de negociaciones en Ciudad de México”, dijo un alto funcionario estadounidense.