El texto, firmado por la profesora de la Universidad de California Diana Greene Foster, se basa en un estudio liderado por la autora que investiga los efectos en la salud física y mental de un grupo de unas 1.000 mujeres de todo el país durante cinco años después de tener un aborto o de haberles sido denegada esa posibilidad.
Según concluyeron los más de 40 investigadores que participaron en esta investigación, las mujeres que pueden interrumpir su embarazo tienen más probabilidades de tener un hijo deseado más adelante, y son más capaces de mantener a los que ya tenían antes de su aborto.
Quienes pueden abortar, además, tienen seis veces más probabilidades de hacer planes para mejorar su situación en el próximo.
Por el contrario, las mujeres a las que se les deniega el derecho a abortar tienen tres veces más probabilidades de estar desempleadas, y cuatro veces más probabilidades de vivir por debajo del umbral de la pobreza.
Datos científicos sobre los efectos a largo plazo del aborto en las mujeres
El estudio, según explica Greene, tenía como objetivo proporcionar a legisladores y jueces datos científicos sobre los efectos a largo plazo del aborto en las mujeres, ya que la falta de estudios se había citado en ocasiones como argumento para no permitir la interrupción legal del embarazo.
"La principal conclusión del estudio es que la gente sabe qué es lo mejor para ellos mismos y sus familias. Los resultados no son teorías o conjeturas", defiende la autora.
Greene aconseja a los jueces del Supremo que no ignoren estos resultados en la cuestión del aborto: "Entender la naturaleza, las causas y las soluciones de los problemas de la gente es uno de los objetivos principales y uno de los mayores regalos de la ciencia".
A comienzos de mes se filtró el borrador de una sentencia del Tribunal Supremo que, de confirmarse, retiraría la protección legal al aborto en Estados Unidos, de forma que cada estado tendría libertad para prohibirlo en su territorio.
Manifestaciones en todo el país
El asunto se ha instalado en el centro del debate político en el país, con manifestaciones constantes frente al Supremo y las críticas del propio presidente, Joe Biden, a la posible sentencia.
Este sábado, miles de personas en diferentes ciudades del país, como Washington, Los Ángeles y Nueva York, salieron a la calle para protestar por el borrador y defender el derecho al aborto.
El Tribunal Supremo ha confirmado la autenticidad del borrador, pero ha aclarado que no se trata de una sentencia definitiva. Está previsto que la decisión final se conozca a finales de junio.