Hace tres décadas que el cuerpo obeso y tiroteado de Pablo Escobar quedó sobre un tejado de Medellín. El narcotráfico siguió sin él y hoy en su cuna abundan los mercados de cocaína saborizada, fármacos y alucinógenos a base de ketamina.
Con 2,2 millones de habitantes Medellín es la ciudad con el porcentaje de consumo más alta: 15,5%.
Lea más: Al menos seis muertos y 180 vehículos atacados deja “paro armado” en Colombia
Con el apoyo de Estados Unidos, Colombia se lanzó a la caza de las grandes bandas y cargamentos. Según expertos, esa política antidrogas tan fuerte generó una concentración del producto que no pudo exportarse.
De esta forma, el país que más cocaína provee en el mundo enfrenta, puertas adentro, el “microtráfico”, la venta al por menor de sustancias ilegales.