“Millones de niños continúan viviendo con miedo, necesidad e incertidumbre dentro de Siria y los países vecinos. Más de 6,5 millones de niños en Siria necesitan asistencia, la cifra más alta jamás registrada desde el comienzo de la crisis, hace más de 11 años”, aseguró en un comunicado la agencia de la ONU.
“La crisis en Siria está lejos de terminar. Solo en los primeros tres meses de este año, 213 niños resultaron muertos o heridos. Desde el comienzo de la crisis en 2011, más de 13.000 niños han resultado muertos o heridos", indicó Unicef de acuerdo a sus estimaciones.
Esta advertencia se produce en vísperas de una conferencia de donantes en Bruselas organizada por la Unión Europea (UE) para Siria, donde se teme que el desvío de atención por la guerra en Ucrania pueda mermar los fondos.
"Los precios de los suministros básicos, incluidos los alimentos, se están disparando, en parte como consecuencia de la crisis en Ucrania", se apunta en el comunicado.
Además, esta agencia de la ONU afirmó que solo ha recibido menos de la mitad de sus necesidades de financiación para este año.
"De nuestros requisitos para llegar a los niños y las familias afectados por la crisis en Siria, necesitamos con urgencia casi 20 millones de dólares para las operaciones transfronterizas, el único sustento para casi 1 millón de niños en el noroeste de Siria", aseveró, en referencia a al región de Idlib y oeste de Alepo, considerado el último bastión opositor al presidente sirio, Bachar al Asad.
Desde el estallido de las revueltas populares contra el Gobierno de Al Asad en marzo de 2011, cerca de 610.000 personas han perdido la vida en Siria, entre ellas unos 161.000 civiles, de los que más de 25.000 eran niños, según afirmó el pasado marzo la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos.