El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano detalló en un comunicado que el ejército "detectó un misil balístico lanzado al mar del Este (nombre que recibe en las dos Coreas el mar de Japón) desde la zona de Sunan en Pionyang, Corea del Norte, en torno a las 12.03 (3.03 GMT) de hoy".
El rango de vuelo se estimó en unos 470 kilómetros y la altitud máxima alcanzada en torno a 780 kilómetros, unos datos en línea con lo calculado a su vez por el Ministerio de Defensa japonés, que confirmó que se trató de un misil balístico y situó el apogeo en unos 800 kilómetros y la distancia recorrida en unos 500.
Esto, unido a que el tiempo de vuelo estimado por la Guardia Costera nipona fue de unos 20 minutos, parece descartar la posibilidad de que lo lanzado hoy por el régimen sea otro misil balístico intercontinental (ICBM).
Los datos iniciales ofrecidos por el JCS poco después del lanzamiento situaban el ensayo en Sunan, donde se encuentra el aeropuerto de la capital norcoreana y desde donde el ejército norteño disparó en marzo dos ICBM, lo que hizo temer en un momento que el régimen hubiera vuelto a disparar un proyectil de alcance intercontinental.
FUERA DE LA EEZ JAPONESA
El viceministro de Defensa japonés, Makoto Oniki, explicó en una rueda de prensa en Tokio que el misil cayó fuera de las aguas pertenecientes a la zona económica especial (EEZ) del archipiélago nipón.
El JCS añadió que las "especificaciones detalladas están siendo analizadas exhaustivamente por la inteligencia de la República de Corea (nombre oficial del Sur) y EE.UU.".
Instó además a Pionyang a cesar los lanzamientos, a los que consideró una "grave amenaza para la paz y la estabilidad de la península coreana" y "clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU"
Poco después del lanzamiento, el jefe del Estado Mayor, el general Won In-choul, mantuvo una videoconferencia con el general Paul LaCamera, comandante de las Fuerzas Combinadas EE.UU.-Corea del Sur, en la que ambos reafirmaron su compromiso a la hora de mantener una postura de defensa firme, según detalló el JCS.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) surcoreano condenó a su vez el ensayo de hoy, y en Tokio el primer ministro nipón Fumio Kishida destacó que estos lanzamientos no pueden "tolerarse de ninguna manera".
SEIS DÍAS PARA LA LLEGADA DE YOON
Este nuevo test se produce apenas a seis días de que acceda al cargo el nuevo presidente surcoreano, el conservador Yoon Suk-yeol, que ha prometido endurecer su postura frente al vecino del norte.
El lanzamiento, el primero que Corea del Norte lleva a cabo desde el pasado 16 de abril, también llega dos semanas antes de que Yoon reciba la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, en Seúl.
Corea del Norte, que sigue completamente cerrada al exterior por la pandemia y no tiene de momento un plan viable de vacunación contra la COVID-19, ha rechazado las ofertas realizadas hasta el momento por el Gobierno Biden para reactivar el diálogo sobre desarme que lleva estancado desde 2019.
A eso hay que sumar el hecho de que el régimen aprobó el año pasado un plan quinquenal de modernización armamentística que está detrás del volumen récord de pruebas de proyectiles y también el que los satélites lleven meses detectando actividad que apunta a que Corea del Norte realizará pronto su primer test nuclear desde 2017.
Es de esperar que las actividades armamentísticas norcoreanas copen buena parte de la agenda en la visita de Biden, que apenas se ha pronunciado directamente sobre Corea del Norte -ni siquiera mencionó el tema en su discurso sobre el estado de la Unión en enero- pero que podría aprovechar el viaje para enviar un mensaje a Kim Jong-un.