El motivo de la exposición es la conclusión de un estudio en el que participó la pintura, llamado “Cara a cara: Los rostros humanos a través del prisma de la historia del arte técnico” y que pretendía estudiar la representación del rostro humano en la pintura occidental a través de las obras de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica.
Gracias a estos análisis, no invasivos para la pintura, los investigadores de la Universidad de Lovaina han podido descubrir detalles desconocidos hasta ahora sobre el proceso creativo de la obra, que el autor completó entre julio y octubre de 1793.
“Creemos que el cuadro 'La muerte de Marat' se hizo para ser colgado junto a una pintura similar de (Louis-Michel) Le Peletier, otro revolucionario. Por desgracia, la pintura de Le Peletier ha desaparecido, pero los dibujos aún existen y hemos podido comparar los encuadres, y la composición es casi como un espejo”, aseguró a Efe Amélie Jennequin, la directora de comunicación del museo.
Una prueba con rayos infrarrojos ofreció una imagen del cuadro que ha servido para analizar los cambios y las restauraciones sufridas por la obra desde su versión original, lo que ha permitido conocer que en la primera interpretación, Marat sostenía la carta en su otra mano, pero el autor decidió cambiarla para que fuera fácil para el espectador leer la nota.
La imagen obtenida tras otra prueba diferente (ambas, del mismo tamaño que el cuadro, pueden verse en la exposición) permitió detectar que Jacques-Louis David utilizó una máscara mortuoria para pintar la cara de quien fuera médico y periodista durante la Revolución Francesa.
“Aunque ya hay una exhaustiva bibliografía de esta pintura, estamos sorprendidos por el considerable número de descubrimientos que hemos hecho durante nuestros análisis", explicó en un comunicado Catherine Defeyt, una de las investigadoras involucradas en el proyecto.
Uno de los más importantes, dijo, son los cambios en la composición del cuadro alrededor de la mano y la cara de Marat, unas "alteraciones" que confirman "el deseo de David de reforzar el impacto político de su trabajo”.
Además de esta mirada a los orígenes del dibujo, la exposición también incluye obras de diferentes formatos que aluden al cuadro original y que subrayan su vigencia de hoy en día, como es el caso de una reproducción en cera hecha por el artista británico Gavin Turk, en la que el autor se retrata a sí mismo.
A esta pieza central le acompaña una reinterpretación de Piccaso; la obra “Después de la muerte de Marat”, en la que el popular artista chino Ai Weiwei hace una crítica política utilizando también su imagen para mostrarse como víctima de un naufragio; y el videorretrato que hizo Bob Wilson con la cantante Lady Gaga a imitación del cuadro de Jacques-Louis David, entre otras composiciones.
“Incluso entre generaciones posteriores de artistas, este icono de la Revolución Francesa ha alcanzado un estatus de culto absoluto. Después de todo, David traduce una historia compleja sobre un asesinato político en una imagen radicalmente nueva y atemporal de un martirio secular de la Ilustración”, comentó en una nota Francisca Vandepitte, la comisaria de la colección de arte moderno del museo.
La exposición permanecerá en el museo hasta el próximo 7 de agosto, aunque las conclusiones finales del estudio no verán la luz hasta mediados de 2023.