"Vamos a encaminarnos hacia el cese de las importaciones" de carbón ruso, dijo hoy el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Koichi Hagiuda, en una rueda de prensa.
La decisión se produce un día después de que los líderes de los países del G7, entre los que se incluye Japón, publicaran una declaración conjunta en la que prometen nuevas sanciones a Rusia que incluye un embargo a la importación de carbón ruso, a la luz de los supuestos crímenes contra civiles cometidos por las tropas rusas en Ucrania.
Hagiuda señaló, no obstante, que dada la dependencia del país de esta fuente energética, la reducción será gradual para asegurar un suministro estable en el territorio y evitar el impacto brusco que provocaría un cese total inmediato.
"Buscaremos países alternativos mientras reducimos gradualmente", dijo el ministro al respecto de estas importaciones desde Rusia.
Un 12 % de las importaciones de carbón niponas destinadas a sus plantas térmicas proceden actualmente de Rusia.
"Las medidas acordadas (por el G7) se llevarán a cabo según la situación de cada país y en función de la seguridad energética de cada uno", señaló por su parte el portavoz gubernamental, Hirokazu Matsuno, que añadió que Japón podría orientar su diversificación energético a sectores como "las renovables y la nuclear".
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, ya apuntó en la víspera a la potencial imposición de sanciones individuales niponas a Rusia y tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en las próximas horas en las que se espera que ofrezca más detalles sobre ellas.