Casi 50 millones de franceses están llamados el domingo a las urnas para escoger a su presidente, con el mandatario centrista Emmanuel Macron y la derechista Marine Le Pen en cabeza, tras una atípica campaña marcada por la guerra en Ucrania.
De los diez candidatos restantes, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon es el único con alguna opción de impedir el domingo que ambos consigan su boleto para la segunda vuelta del 24 de abril. Ese duelo “no ocurrirá”, dijo convencido ayer.
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Le Pen y Macron ya se disputaron en 2017 las llaves del Elíseo, que consiguió el centrista con un 66,1% de votos. Pero, ahora, esta ventaja se reduce a entre 3 y 8 puntos, según los sondeos.
Aunque el escenario parezca repetirse cinco años después, el país no es el mismo. Entre tanto, una pandemia confinó a millones de personas en el mundo y la guerra volvió con fuerza a Europa, con la invasión rusa de Ucrania.