La advertencia de Kim Yo Jong, publicada por la prensa estatal, fue su segunda declaración en tres días sobre unas afirmaciones del ministro surcoreano de Defensa, Suh Wook, la semana pasada.
Suh dijo que los militares de Corea del Sur tienen misiles capaces de acertar “con rapidez y precisión” cualquier blanco en Corea del Norte si hay señales claras de un lanzamiento de misiles.
En respuesta, Kim Yo Jong dijo que era un “error muy grande” que el “lunático” Suh haya planteado un ataque preventivo contra una potencia nuclear, publicó la agencia oficial de noticias KCNA.
Estas afirmaciones tuvieron lugar en momentos en que Corea del Norte reanudó sus pruebas de armas, que incluyeron su primer lanzamiento de misil balístico intercontinental a pleno alcance desde 2017.
“En caso de que Corea del Sur opte por una confrontación militar con nosotros, nuestra fuerza de combate nuclear tendrá que cumplir su deber” , dijo Kim Yo Jong, una asesora política clave en Pyongyang.
Precisó que la “primera misión” de las fuerzas nucleares de su país es disuasoria, pero que si estalla un conflicto, esas armas serán usadas para “eliminar las fuerzas armadas del enemigo” .
En caso de un “horrible ataque” , las fuerzas surcoreanas conocerán un “destino miserable que no será otro que la destrucción total y la ruina” , insistió.
“No lo consideramos como un adversario para nuestras fuerzas armadas” , agregó, en alusión al ejército surcoreano.
El domingo Kim Yo Jong ya fustigó los “comentarios imprudentes” de Suh y advirtió que el Seúl deberá “disciplinarse si quiere evitar un desastre” .
El equipo de transición del presidente electo Yoon Suk-yeol aseguró el martes que la opción de un ataque preventivo no estaba excluida si fuese necesario, una medida que ya sugirió Yoon durante la campaña electoral.
“Los ataques preventivos son una de las acciones aceptadas en todo el mundo, incluyendo la ONU, como opción viable (...) cuando persiste una amenaza” , declaró el martes a la prensa la portavoz Kim Eun-hye.
Durante los cinco años de presidencia de Moon Jae-in, Seúl ha llevado a cabo una política de diálogo con Pyongyang, al tiempo que ha reducido el número de ejercicios militares con Estados Unidos, percibidos por el Norte como provocaciones.
Pero para el presidente electo Yoon Suk-yeol, que asumirá sus funciones en mayo, esta posición “servil” ha sido un fracaso y promete adoptar una línea dura con Pyongyang.