La organización predijo ya en el inicio de la invasión rusa que se alcanzaría esta cifra, que supone el mayor éxodo en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y que casi uno de cada diez ucranianos ha dejado su país en apenas un mes.
Más de la mitad de estos refugiados llegaron a la vecina Polonia, que acoge a unos 2,3 millones de ucranianos, mientras que alrededor de 600.000 se encuentran en Rumanía, donde miles de ellos pasaron antes por la vecina Moldavia.
En el resto de países vecinos de Ucrania, Hungría ha recibido 364.000 refugiados, Rusia 350.000, Eslovaquia 281.000 y Bielorrusia 10.900, de acuerdo con los cálculos actualizados de ACNUR, que considera la velocidad a la que se ha producido este éxodo "sin precedentes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial".
A estos refugiados se suman los más de 6,5 millones de desplazados internos en la propia Ucrania, por lo que cerca de 11 millones de ucranianos, una cuarta parte de la población total, han dejado sus casas para huir de la violencia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calculaba la semana pasada que más de la mitad de los 7,5 millones de menores de edad ucranianos han tenido que dejar su hogar en poco más de un mes de guerra.