La presencia de los monarcas españoles se unió en la abadía de Westminster a la de otros miembros de familias reales, en la que se considera la mayor congregación de la realeza europea desde que estalló la crisis de la covid-19.
En un acto emotivo y sobrio, en el que se pudo ver por primera vez en varios meses a la reina Isabel II en un evento público, los reyes quisieron respaldar a la soberana británica en el recuerdo a su marido, quien mantuvo una estrecha relación con la casa real española y que era tío segundo de la reina Sofía.
El servicio religioso estaba concebido como un acto de acción de gracias al príncipe Felipe por su influencia en diferentes ámbitos de la vida de su país, por lo que los asistentes no debieron vestir de luto. La reina Letizia asistió de verde oscuro, al igual que Isabel II, su hija la princesa Ana y la su nuera la duquesa Camilla de Cornualles.
Además de otros 30 miembros de monarquías, participaron en el acto el primer ministro británico, Boris Johnson, y su esposa, Carrie, varios ministros de su Ejecutivo y unos 500 representantes de las organizaciones de las que el duque de Edimburgo era patrón.
Entre los miembros de la realeza europea que acudieron al evento estaban el rey y la reina de Bélgica, la reina de Dinamarca, la Gran Duquesa de Luxemburgo, el rey y la reina de Países Bajos y los s los reyes de Suecia.
Don Felipe y doña Letizia aceptaron la invitación cursada por Isabel II, que hizo extensiva a todas las casas reales europeas después de que no pudieran asistir al funeral que tuvo lugar días después del fallecimiento, el 9 de abril de 2021, debido a la restricciones de la pandemia.
Tras el fallecimiento, los reyes expresaron su “profunda tristeza” por la pérdida del “querido tío Philip” a través de un telegrama enviado a Isabel II en el que destacaban su “legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido”.
La última vez que don Felipe y doña Letizia estuvieron en Londres fue en junio de 2019 cuando Isabel II impuso la Orden de la Jarretera a Felipe VI.
Anteriormente, en julio de 2017, los reyes realizaron un viaje de Estado al Reino Unido, con el objetivo de estrechar las relaciones entre ambos países.
En la ceremonia de hoy, diferentes participantes hablaron de cómo la implicación del duque de Edimburgo en fundaciones y organizaciones benéficas tuvo un impacto en sus vidas.
En su homilía, el deán de Windsor, David Conner, recordó que el príncipe Felipe formo parte de una "humanidad imperfecta", pero que en ocasiones se sintió "herido" al considerar que era "injustamente criticado o incomprendido".
Del mismo modo, destacó la "lealtad" que siempre mostró a su mujer, la reina Isabel II, y a su país.