“Ningún país del mundo reconocerá el cambio por la fuerza de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania”, afirmó en su cuenta de Facebook un portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano.
Kiev sostiene que una consulta de estas características sería "ilegal" y que, de llevarla adelante, Rusia afrontaría una "respuesta internacional" más contundente que las sanciones y que "profundizaría" en su aislamiento.
La reacción de Exteriores sigue a las declaraciones del líder de Lugansk, Leonid Paschenik, quien dijo que en un "futuro próximo" puede celebrarse un referéndum sobre la integración de este territorio prorruso a Rusia, según recoge la agencia oficial rusa TASS.
"Creo que en el futuro próximo se celebrará un referéndum en el territorio de la república, en el que las personas ejercerán su derecho constitucional absoluto y expresarán su opinión sobre si quieren unirse a la Federación Rusa", dijo a la prensa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció el 21 de febrero la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
Tres días después lanzó una ofensiva militar para "desnazificar" y "desmilitarizar" Ucrania y con el argumento de que el Ejército ucraniano comete un "genocidio" de la población prorrusa en el Donbás.
El objetivo declarado de Putin, puesto en duda por Kiev ante el escenario bélico en varios frentes, es la "liberación completa" del Donbás, donde se enfrentan desde 2014 las fuerzas prorrusas y el Ejército ucraniano.
En las negociaciones que se llevan a cabo entre Rusia y Ucrania para un alto el fuego, el Kremlin exige el reconocimiento de la independencia de Lugansk y Donetsk y de la pertenencia de la península ucraniana de Crimea a Rusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en que la integridad territorial de su país es innegociable y exige la devolución de Crimea y el Donbás ocupado.
A la anexión de Crimea de 2014 siguió un referéndum en el que los crimeanos apoyaron mayoritariamente la incorporación del territorio a Rusia. Al día siguiente de la consulta se proclamó su independencia, a lo que siguió la adhesión a Rusia, una decisión condenada por la comunidad internacional.
Desde los servicios de inteligencia militar ucranianos se advirtió hoy de un supuesto plan de Moscú para dividir Ucrania, de acuerdo al modelo coreano y tras fracasar Moscú en su propósito de ocupar todo el país.
Los rusos no han logrado derribar al gobierno ucraniano, como pretendía Putin, y han sufrido duras derrotas en Kiev, sostiene Kyrylo Budanov, jefe de Inteligencia del ministerio ucraniano de Defensa, en un mensaje colgado en su cuenta de Facebook.
"Hay motivos para pensar que Putin contempla un escenario al estilo coreano, consistente en una línea divisoria entre las regiones ocupadas y las no ocupadas de nuestro país", prosigue el mensaje.
Los esfuerzos de las tropas rusas se concentran ahora en crear un corredor terrestre con Crimea, en lo que han topado, según Budanov, con la “indómita y valiente” defensa de la asediada ciudad de Mariúpol.