En un comunicado, Machar indicó que su retirada se da en protesta por la lentitud en la puesta en marcha de lo estipulado en el acuerdo de paz, acordado en 2018 pero que solo entró en vigor en 2020 con la formación del gobierno de unidad nacional.
Particularmente, el vicepresidente sursudanés apuntó a los pobres avances en la conformación de las nuevas fuerzas armadas, así como la existencia de ataques contra los grupos armados bajo control de Machar a la espera de ser desmovilizados.
El vicepresidente apeló en su nota a una "intervención urgente" de la comunidad internacional para salvar esta situación provocada por estas disputas entre su facción política y la que dirige el presidente del país, Salva Kiir.
"La situación ahora requiere una intervención urgente de la comunidad internacional y regional. Hay un progreso lento en la implementación del acuerdo de arreglos de seguridad y las fuerzas gubernamentales todavía están lanzando ataques contra la presencia de nuestras fuerzas en clara violación de los términos de los arreglos de seguridad y el alto el fuego", indicó.
Pese a la medida adoptada, Machar insistió en que su grupo sigue comprometido con los términos del acuerdo de paz, a cuyos mecanismos de control regresará cuando su socio gubernamental cumpla con ellos.
En ese sentido, indicó que no volverá a participar en esas comisiones hasta que cesen los ataques del Ejecutivo a los grupos armados leales a Macha aún sin desmovilizar.
Las disposiciones de seguridad incluidas en el acuerdo de paz firmado entre el gobierno y varias facciones de la oposición, estipulaban "la reforma del sector militar y la formación de fuerzas conjuntas que serían el núcleo del futuro ejército del país".
El activista civil Edmond Yakani, que participa en la Comisión de Seguimiento y Evaluación del Acuerdo de Paz Revitalizado, dijo hoy a Efe que "la demora en la incorporación de las fuerzas conjuntas se debe a la ausencia de logística y la falta de voluntad política por parte de las dos partes".
Ello a pesar de que “el acuerdo estipulaba su graduación y distribución al inicio de la formación del nuevo gobierno transitorio en febrero del año antepasado", recordó.
Informes de prensa publicados el mes pasado por el periódico Al Mawqef al Arabe indicaron que "varios soldados han abandonado los campos de entrenamiento en varias regiones del país debido al deterioro de las condiciones de vida por la falta de alimentos y medicinas".
En septiembre de 2018 el Gobierno y la oposición armada de Sudán del Sur firmaron un acuerdo de paz en la capital etíope, Adís Abeba, según el cual se formaría un Gobierno de transición sin completar el resto de sus estructuras a nivel de los órganos ejecutivo y legislativo.
Desde entonces la comunidad internacional exige a las partes del acuerdo de paz que implementen las disposiciones de los acuerdos de seguridad para mejorar el proceso de paz y estabilidad en el país.