Los labriegos, procedentes de distintas zonas del país, se han ido congregando a lo largo de la jornada en varias plazas del centro capitalino, que cada año acoge la marcha campesina.
La manifestación tendrá lugar en momentos en que centenares de camiones aún siguen en las principales rutas del país tras los bloqueos que conductores de distintos sectores organizaron la semana pasada para exigir una rebaja al costo de los carburantes.
"El campo está afectado", dijo al canal Trece Pedro Irala, uno de los líderes de los campesinos.
Indicó que manifestarán esta vez para exigir la creación de un fondo que brinde ayuda y asistencia alimentaria a cerca de 200.000 personas afectadas por la pandemia y la fuerte sequía.
El dirigente se quejó de que la disparada de los precios de los carburantes —que han sufrido seis alzas en un año— les impide "hacer la preparación" de la tierra para la próxima cosecha.
"No solo pedimos que baje el combustible, también el impacto y la incidencia que genera en la canasta familiar", afirmó Jorge Galeano, otro de los líderes de la movilización.
Los campesinos, cargados con sacos y banderas alusivas a sus agremiaciones y del Paraguay, pernoctarán en la plaza Juan E. O'Leary y en los alrededores del Panteón Nacional de los Héroes.
También se asentaron en las inmediaciones de la plaza Uruguaya, frente a la cual cortaron el tráfico en rechazo a la decisión de la municipalidad de Asunción de negar su acceso a ese espacio público.
El bloqueo se levantó horas después de que los campesinos y representantes de la intendencia llegaran a un acuerdo, por medio del cual los manifestantes se comprometieron a usar "respetuosamente" el lugar y no hacer perforaciones o causar daños al pavimento y otros bienes.