En la noche del martes, las fuerzas rusas lanzaron “misiles estratégicos desde aviones y desde sistemas balísticos Iskander sobre Ucrania (...) Resultaron dañados objetivos civiles, lo que desgraciadamente se ha convertido en el sello del considerado ‘segundo ejército más fuerte del mundo’”, afirmó en rueda de prensa el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych, según recoge la agencia Ukrinform.
El asesor aseguró que las fuerzas ucranianas derribaron "al menos tres aviones, un helicóptero y (la interceptación de) varios misiles de crucero" rusos, a lo que éstos respondieron con el lanzamiento de misiles.
"La propaganda rusa dice que su Ejército trabaja con precisión quirúrgica, pero dos tercios de los misiles impactan en objetivos civiles. Y, al parecer, esto se hace deliberadamente", dijo Arestovych.
Un funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos calculó el pasado lunes que el Ejército ruso había lanzado desde el comienzo de la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero, "más de 900 misiles de diversos tipos y tamaños", y dijo que recientemente han aumentado los disparos de largo alcance sobre las ciudades de Mariúpol, Kiev, Járkov y Chernígov, entre otros núcleos de población.
"Lo que estamos viendo sobre el terreno es un esfuerzo militar continuo para someter a estos centros de población y hacerlo ahora con cada vez más violencia utilizando más y más disparos de largo alcance, que son cada vez más indiscriminados en términos de lo que están golpeando", dijo el funcionario del Pentágono bajo condición de anonimato.
Por su lado, el Estado Mayor del Ejército ucraniano aseguró en su página de Facebook que hasta la fecha las bajas militares rusas ascienden a unos 13.800 militares, y que se han destruido 430 tanques, 1.375 vehículos acorazados, 190 sistemas de artillería, 70 sistemas lanzacohetes, 43 unidades de defensa aérea, 84 aviones, 108 helicópteros, 819 vehículos, tres embarcaciones,y 60 camiones cisterna, y 11 drones.