El yate, que permaneció este último año en las instalaciones de la empresa MB92, partió ayer, según informa el portal de seguimiento de buques Marine Traffic y confirmaron a Efe fuentes del sector, y se desconoce por ahora su nuevo destino.
El My Solaris, que navega con bandera de Bermudas, tiene 140 metros de eslora, cuenta con medio centenar de camarotes, helipuerto, piscina y un sistema de navegación sin timón.
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Por los astilleros de MB92 han pasado las mayores embarcaciones de lujo del mundo, algunas de ellas vinculadas a conocidos magnates rusos como el propio Abramóvich o Sergey Victorovich Chemezov, si bien las banderas de estos barcos son de conveniencia y figuran como propiedad de diversas sociedades.
Ante la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno español pidió información a los puertos de este país sobre las embarcaciones de bandera o propiedad rusa atracados en sus instalaciones, para evaluar el impacto que tendrían las posibles sanciones en el ámbito del tráfico marítimo.
Impacto en las relaciones comerciales
Desde MB92, afirman que “están analizando y monitorizando las decisiones tomadas por las autoridades de España, la Unión Europea y los Estados Unidos para comprobar su impacto en las relaciones comerciales vigentes y futuras del grupo” y que “si alguna de las sanciones fuera de aplicación, se adoptarán las medidas contenidas en dichas normas”.
Por el momento, el España recoge información del número de embarcaciones con bandera rusa o armadores rusos superiores a 24 metros que se encuentran en las instalaciones de sus puertos.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania, la UE aprobó diversas sanciones que afectarían a empresarios cercanos al presidente Vladímir Putin, muchos de ellos propietarios de embarcaciones de lujo.
Así también hay grandes casas ubicadas en varias ciudades españolas, principalmente Málaga (sur), Mallorca (Islas Baleares, Mediterráneo) y localidades de la Costa Brava (noreste).