En represalia a las sanciones de la Unión Europea (UE), la agencia espacial rusa Roscosmos decidió el sábado suspender sus lanzamientos de Soyuz desde Kourou, en Guayana francesa, y de repatriar a su equipo de un centenar de ingenieros y técnicos.
Otra víctima colateral del conflicto ha sido la desafortunada misión ruso-europea ExoMars, cuyo lanzamiento, ya postergado en 2020 debido a la pandemia, estaba programado para septiembre de 2022. El lunes, la Agencia Espacial Europea (ESA, 22 Estados miembros) consideró “muy improbable” un despegue en esta ventana de tiro hacia el planeta rojo que se abre... cada dos años.
Lea más: Españoles rumbo a Ucrania a luchar: nunca he cogido un arma, pero hay que ir
“Es algo doloroso para la ciencia y los científicos que han creado vínculos a lo largo de estos años, y han invertido años de trabajo” , reaccionó Isabelle Sourbès-Verger, directora de investigación de políticas espaciales en el centro francés de investigación científica (CNRS).
ExoMars, una misión capital para la búsqueda de vida extraterrestre, simbolizaba también el éxito de una asociación entre la Europa espacial y Rusia, iniciada en 1996, explica Sourbès-Verger.