El alto comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR) elevó hoy a 677.000 el número de personas que han abandonado Ucrania en los cinco primeros días de guerra.
Más de la mitad de estas personas llegaron hasta ahora a Polonia, mientras que Hungría ha registrado la entrada de unas 90.000. El resto se reparten entre Eslovaquia (50.000), así como Moldavia (60.000) y Rumanía (40.000), más al sureste de Europa.
150.000 EN 24 HORAS
Solo en las últimas 24 horas, el éxodo de refugiados, en su mayoría mujeres y niños, ascendió a unas 150.000 personas, aunque ACNUR estima que al final sean unos cuatro millones de ucranianos que busquen refugio fuera de su país.
Similar a lo que venía ocurriendo en los últimos días, los refugiados seguían hoy sufriendo largas horas de espera para poder salir de Ucrania y ponerse a salvo en un país vecino.
Según ACNUR, el éxodo se complica además por las bajas temperaturas invernales de estos días y los problemas de transporte que obligan a muchos refugiados a caminar largas distancias hasta las fronteras.
Los principales puntos de entrada en Polonia son Przemyśl y Chelm, en el sureste de Polonia, cuyos ferrocarriles actúan como un verdadero "cordón umbilical" entre Ucrania y la Unión Europea, con un tráfico constante de personas.
CONTROLES MÁS LIGEROS
Para facilitar la entrada de los refugiados, el gobierno polaco -que espera la llegada de un millón de refugiados- decidió hoy que mujeres y niños pueden pasar prácticamente sin control de pasaportes.
Pero no solo las zonas fronterizas están sintiendo el aluvión de refugiados de la peor guerra en Europa desde 1945.
Budapest, la capital de Hungría, se va convirtiendo en una estación de tránsito para muchos ucranianos y ciudadanos de terceros países que huyen de la invasión rusa.
Las estaciones Keleti (del Este) y Nyugati (del Oeste), conocidas por la crisis migratoria de 2015, cuando decenas de miles refugiados de Oriente Medio se instalaron en sus alrededores, ahora funcionan como centros improvisados de logística y de tránsito para los que huyen de Ucrania.
Varias organizaciones civiles y humanitarias han montado centros de apoyo para los refugiados de la guerra.
Cientos de personas llegan cada hora a la capital húngara, desde donde muchos salen hacia otros destinos, sobre todo Polonia, República Checa y Alemania, donde hay grandes comunidades de ucranianos.
NO SOLO UCRANIANOS
Pero no todos son ucranianos, también hay miles de estudiantes extranjeros, hasta el pasado jueves afincados en Ucrania, que tratan de salir del país para volver a sus países de origen u otros países europeos.
Entre ellos hay cientos de ecuatorianos y méxicanos que ya han logrado salir de Ucrania, sobre todo a Polonia, pero también a Eslovaquia y Rumanía.
Tras largas odiseas a través de medio Ucrania, el segundo país más grande de Europa, algunos esperaban hoy en Bucarest para trasladarse hacia Polonia.
Desde allí parte este miércoles por la noche un vuelo humanitario enviado por el Gobierno ecuatoriano para unas 350 personas.
Mientras, en la vecina Moldavia, el Gobierno anunció hoy que los ucranianos que deseen quedarse en su territorio no necesitarán permiso de residencia para trabajar en el país, el más pobre de Europa.
CAMBIO DE ACTITUD
En Austria, que no tiene frontera con Ucrania, el Gobierno instó hoy a Rusia la creación de corredores humanitarios en Ucrania para dar cobijo a personas de ese país en guerra.
El canciller federal austríaco, Karl Nehammer, aseguró que su país acogerá de forma "proactiva" a refugiados ucranianos, sobre todo a mujeres y niños y otras personas vulnerables.
Para ello, dijo mandatario conservador, Austria está en estrecho contacto con varios países de primera acogida, como Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rumanía, todos fronterizos con Ucrania.
La actitud receptiva de refugiados de esta guerra es muy diferente al rechazo casi generalizado en los últimos años de estos países -sobre todo Hungría, Polonia y Austria- en cuanto a la acogida de inmigrantes de Oriente Medio o África.