González y Olmedo fueron juramentados durante un acto encabezado por el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, quien destituyó el martes a Giuzzio, después de que trascendieran denuncias de la prensa local de que mantuvo contactos con un presunto narcotraficante detenido en Brasil.
"La prioridad del presidente de la República y la instrucción que me dio es hacer todo lo que esté a mi alcance, en coordinación con la Policía Nacional, para el combate fuerte, decidido, eficaz contra el crimen organizado en todas sus facetas", dijo a los periodistas González.
El nuevo ministro, hasta ayer asesor de la Presidencia en Asuntos Estratégicos, indicó que, además del trabajo local, buscará coordinar con las autoridades de seguridad de los países vecinos, del Mercosur y de la región.
Señaló que como la prioridad del Gobierno brindar seguridad a la ciudadanía y "devolver la paz y la tranquilidad" a todos.
Por su parte, Olmedo, quien reemplaza en el Ministerio de Justicia a Cecilia Pérez, anticipó que abordará la situación de las 18 penitenciarías del país, al advertir que este sistema ha sido permeado por las facciones criminales y el crimen organizado.
"Hay que entender que esto forma parte de la seguridad interna del país", argumentó el funcionario, quien apuntó que los centros de reclusión "son puntos de reclutamiento" de grupos criminales.
Abdo Benítez dispuso cambios de su gabinete después de destituir a Giuzzio, quien quedó en medio de una polémica después de que la prensa local develó que usó un vehículo blindado propiedad de una empresa de Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, un presunto narcotraficante detenido en Brasil.
Mientras el ahora exfuncionario dijo en Twitter que había arrendado el automóvil para un viaje familiar, el gerente de la firma Ombu S A, Gilberto Enciso, indicó a medios locales no fue alquilado sino prestado.