En las normas internas de la Eurocámara figuran una serie de indicaciones sobre el comportamiento de los diputados en el ejercicio de sus funciones, que debe caracterizarse por el “respeto mutuo” y basarse en “los valores y principios establecidos en los Tratados, y en particular en la Carta de los Derechos Fundamentales”.
“Los diputados preservarán la dignidad del Parlamento y no dañarán su reputación”, tampoco “comprometerán el desarrollo normal de los trabajos parlamentarios” ni “perturbarán el buen orden del salón de sesiones y se abstendrán de comportamientos incorrectos”, señalan las normas.
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Dzhambaki alega que se ha confundido “un simple saludo con un saludo nazi”. “Me disculpo si mi saludo inocente, que pretendía ser una disculpa, ha insultado a alguien, pero esto es un caso grave de reducción al absurdo”, escribió anoche en Twitter.
El incidente ocurrió después de una intervención de Dzhambazki durante un debate sobre el estado de derecho en el Parlamento, tras la decisión del miércoles de la justicia europea de permitir que la Comisión recorte fondos a países que incumplen los valores y principios comunitarios.
Dzhambazki arremetió contra esa decisión que atribuyó al “odio a los estados nacionales” y acusó a la UE de tratar de “avergonzar” a Hungría y Polonia.
Tras clamar por una “larga vida a Orbán, Fidesz, Kaczyński, Bulgaria y nuestro estado nación”, dio un “Viva Europa, la Europa de las naciones”, para hacer a continuación el polémico gesto al subir las escaleras del hemiciclo.
Tras el incidente de la víspera y después de que la propia Metsola condenara anoche ese saludo, la presidenta debe invitar a Dzhambazki a presentar sus alegaciones por escrito sobre lo sucedido o a defenderse en una audiencia, después de lo cual se le comunicará por correo certificado el posible castigo.
“Me ofende a mí y a todo el mundo en Europa. Somos los representantes de lo opuesto. Somos la casa de la democracia. Ese gesto es del capítulo más oscuro de nuestra historia y ahí es donde debe quedarse”, escribió Metsola en Twitter.
“En la apreciación de los comportamientos observados habrá de tenerse en cuenta su carácter excepcional, recurrente o permanente, así como su gravedad. También se tendrán en cuenta, en su caso, los posibles daños infligidos a la dignidad y la reputación del Parlamento”, explican las normas de la institución.
Entre las posibles sanciones que enfrenta Dzhambazki, ya anteriormente reprendido por un episodio racista con colegas diputados, figuran una amonestación, la pérdida del derecho a las dietas para gastos de estancia durante un período de dos a treinta días o la suspensión temporal entre dos a treinta días de la participación en actividades del Parlamento.
También cabe la prohibición de que el diputado represente al Parlamento en unaS delegaciones o conferencias interparlamentarias durante un máximo de un año o la limitación de los derechos de acceso a información clasificada o confidencial durante ese mismo periodo máximo.
Metsola también podrá proponer a los líderes de los grupos políticos "la suspensión o al cese del diputado de uno o varios de los cargos que ocupe en el Parlamento".
Fue la delegación liberal francesa en la Eurocámara la que pidió a Metsola que tome represalias contra el eurodiputado tras compartir un vídeo de la escena en redes sociales, en una condena a la que se sumó también el líder de los populares, el alemán Manfred Weber, quien también subrayó que un “saludo de Hitler” es “lo opuesto a lo que representa el Parlamento Europeo”.
“Me sorprende que algo así haya podido ocurrir en el hemiciclo que encarna la democracia europea, construida precisamente contra el nacionalismo. No hay duda de que las sanciones serán proporcionales”, tuiteó hoy el líder del grupo Renovar Europa, Stéphane Séjourné.