Los analistas atribuyen la caída de la moneda estadounidense a dos causas principales: el nivel de la tasa de interés de referencia, en 10,75% tras la octava alza consecutiva a inicios de este mes; y los altos precios globales de las materias primas, de las que Brasil es uno de los principales productores y exportadores.
La divisa estadounidense se cotiza actualmente en torno de los 5,2 reales y entró en su sexta semana a la baja, con pérdidas de 7,6% desde los 5,63 en la primera rueda de 2022.
Se trata del nivel más bajo desde el 6 de septiembre, cuando tocó los 5,17 reales, según el Banco Central de Brasil (BCB).
De acuerdo con la empresa de información financiera Economatica, el dólar se desvalorizó en Brasil más que en cualquier otro país en lo que va del año, seguido de Chile (-5,42%) y Perú (-5,41%).
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El actual fortalecimiento del real es contrario a la debilidad que mantuvo durante buena parte del año pasado -con picos de hasta 5,8 reales- debido a turbulencias políticas y preocupaciones por el escenario fiscal.
El nivel del dólar fue incluso uno de los impulsores de la inflación en 2021, que acumuló 10,06% y fue la mayor desde 2015.
Causas
Joelson Sampaio, profesor de la Escuela de Economía paulista de la Fundación Getulio Vargas destaca “el atractivo para el capital extranjero de la tasa de interés de Brasil, una de las más altas del mundo” .
Y eso ocurre en un momento en que “Estados Unidos tiene una tasa muy baja, que explica la búsqueda de inversiones en países emergentes que ofrezcan un mayor retorno” , agrega.
La Selic pasó de 2% en marzo pasado hasta el 10,75% actual, sin todavía haber llegado al final del ciclo alcista ante la persistente inflación.
En el caso de las ‘commodities’, como soja y maíz, los precios continúan elevados por la fuerte demanda global después de las caídas durante la pandemia.
Eso explica además el buen desempeño de las exportaciones brasileñas, una fuente de divisas en el país, que terminó 2021 con una balanza comercial superavitaria.
Elecciones y volatilidad
Sin embargo, se espera que el escenario se empañe hacia las presidenciales de octubre, en las que Jair Bolsonaro aspira a la reelección, debido a la incertidumbre que generan los periodos electorales.
Además, el esperado incremento del gasto público imprimirá muy probablemente una mayor volatilidad al real.
El mercado espera que el dólar cierre el año a 5,58 reales, según la última encuesta Focus del BCB.
Un análisis del Bank of America indica que el camino del dólar frente al real “va en descenso en el corto plazo, entre 5,10 y 5,00″, para luego posiblemente trepar “a un nuevo récord”.
En el frente externo, la inminente subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en marzo también puede repercutir en el real: un alza vuelve más atractiva aquella plaza, más segura que los mercados emergentes, donde la divisa se vuelve más escasa y por tanto se valoriza.