Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, este 15 de febrero, la Secretaria de Salud de México explicó que los signos y síntomas a los que los padres deben prestar atención son fiebre sin causa aparente o sangrado frecuente de nariz o de encías al cepillarse los dientes.
También se pueden producir puntos rojos o morados en la piel, moretones sin causa aparente, dolor generalizado de huesos y articulaciones y vómitos.
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo y cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 300.000 niños de entre 0 y 19 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores y los más comunes son la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es otro caso importante, que en México se detectó en 2021 en 5.000 niños.
Esta enfermedad es un desorden maligno en las células que producen la sangre, que afecta a los glóbulos y plaquetas, perdiendo el orden de maduración y el control de su crecimiento.
Este proceso se origina en la médula ósea y es más común que se presente en edad preescolar.
La LLA puede llegar a producir síntomas en los niños tales como fiebre persistente, sangrado sin explicación, moretones sin causa aparente, manchas rojas en la piel, crecimiento anormal de ganglios en las axilas, cansancio, pérdida del apetito y de peso.
"Es de vital importancia que los padres lleven a sus hijos a revisiones de rutina con un pediatra, no solo para mantener su sano desarrollo, sino también para diagnosticar alguna enfermedad grave, como lo implica la Leucemia Linfoblástica Aguda", indicó el doctor Max Saráchaga, director médico de la empresa de biotecnología Amgen México.
Debido a que esta enfermedad avanza rápidamente, el diagnóstico oportuno y el inicio de tratamiento son determinantes en el mejoramiento del pronóstico del padecimiento.
La leucemia linfoblástica aguda ha cambiado de ser una enfermedad ampliamente mortal a una con la mayor tasa de curación en la Hemato Oncología, lo que es más notable en pacientes que viven en países altamente desarrollados.
La supervivencia a cinco años llega al 90 % en los países desarrollados, pero es del 70 % en México, en gran medida por la falta de un diagnóstico temprano.
El tratamiento para esta enfermedad está basado en la quimioterapia, donde puede presentarse una baja en las defensas, así como la presencia de anemia.
Algunos pacientes son candidatos a un trasplante de médula ósea para revertir el daño que haya generado tanto el cáncer, como la terapia para erradicarlo.
También existen tratamientos como los anticuerpos monoclonales. Esta innovación en inmunoterapia mediante el uso de células vivas modificadas para generar proteínas terapéuticas abre un panorama distinto y vanguardista en cuanto al tratamiento de esta enfermedad, según Amgen.