La ministra de Asuntos Exteriores australiana, Marise Payne, indicó en un comunicado que el personal de la embajada ha sido trasladado de forma temporal a Leópolis (Lviv) la sexta ciudad más poblada de Ucrania, situada en el oeste del país, a 70 kilómetros de la frontera con Polonia, desde donde se prestarán servicios consulares a los australianos.
"Seguimos aconsejando a los australianos que abandonen Ucrania inmediatamente", dijo la ministra, quien advirtió de que "las condiciones de seguridad pueden cambiar con poca antelación" y recalcó que las acciones militares rusas "limitarán severamente" la capacidad de ofrecer asistencia consular.
Por su parte, Scott Morrison recalcó en una rueda de prensa que "la situación está alcanzado una fase muy peligrosa" y calificó de "completamente inaceptables" las acciones "autocráticas y unilaterales de Rusia para amenazar y acosar a Ucrania".
El primer ministro australiano criticó el papel de Pekín en esta crisis, al que acusó de mantener un "silencio pavoroso" sobre el despliegue de soldados rusos en la frontera de Ucrania.
Morrison, cuyo gobierno mantiene desde hace años una tensa relación con China, subrayó que Australia “no puede tomarse a la ligera la coalición de autocracias” que intentan acosar a otros países, en alusión a Rusia y China.