Pedro Castillo parece despedirse de su emblemático sombrero “chotano”, en medio de una fuerte inestabilidad política en Perú.
Por tercer día consecutivo, el mandatario de 52 años, se presentó en público sin su llamativo sombrero de copa alta y ala ancha, típico de los campesinos de Cajamarca, la región norteña donde nació y vivió este maestro rural antes de ganar la presidencia.
El sombrero se había convertido en un ícono del mandatario izquierdista, y le ayudó a forjar su identidad política y a ganar las elecciones de 2021.
Reforzó su imagen en la campaña, ceremonias oficiales y actos públicos, pero también era motivo de burlas de adversarios y de parte de la prensa.
Lea más: Bolsonaro minimiza diferencias ideológicas antes de recibir a Pedro Castillo
La prenda tuvo un papel estelar en la visita de Castillo a Brasil, cuando el presidente Jair Bolsonaro se lo quitó en tono cómico y lo usó en una reunión que sirvió para superar las diferencias entre ambos. Pero esta semana, los peruanos vieron por primera vez al presidente sin su inseparable sombrero cuando juramentó a su nuevo gabinete el martes por la noche.
VIDEO:
Un día antes había recibido en el palacio presidencial a un asesor en liderazgo y superación personal, en momentos en que enfrenta un índice de desaprobación de 60%, el mayor desde que llegó al poder y su imagen se tambalea por errores y tropiezos, como la rotativa de ministros.
El ‘coach’ Saúl Alanya confirmó a la radio RPP que se reunió con Castillo, pero evitó dar detalles. Al ser resistente, este sombrero se volvió una prenda habitual entre hombres y mujeres que trabajan en el campo. Su confección es completamente artesanal y demora entre tres semanas y dos meses.