Las autoridades argentinas declararon el Estado de Emergencia y un Desastre Agropecuario.
La provincia de Corrientes, fronteriza con Paraguay, enfrenta desde hace más de un mes varios focos de calor que han arrasado con más de 335.000 hectáreas.
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El gobierno desplegó cuatro aviones hidrantes para apagar las llamas y equipos de brigadistas también se sumaron esta semana a las labores de combate a los fuegos.
David Rodríguez, jefe de los Bomberos Voluntarios de San Luis del Palmar señaló que esperan pronto alguna lluvia “esa es nuestra única esperanza porque lo único que va a hacer cambiar la balanza en favor de esto, para nosotros, para la naturaleza y para la biodiversidad es justamente la lluvia”.
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La provincia de Corrientes enfrenta una intensa sequía inusual que, sumada a las altas temperaturas y la poca humedad en el ambiente, hacen muy difícil el combate del fuego.
Kela Meza, residente de San Luis del Palmar, dijo que ”en mi vida pase esto señor, nunca... de nervios lloro, no es de otra cosa y de miedo porque mi nieta se abrazaba a mí y lloraba”, y añadió que ”la llamarada está viniendo, ¿quién no va a correr? Venía una llamarada con viento. Nunca pasé esto, tengo 68 años y nunca pasé estas cosas acá en mi vida, porque yo soy nacida y criada acá”.
El Ministerio del Ambiente de Argentina ha advertido que debido a las condiciones climáticas, no se esperan lluvias que puedan apagar los incendios.