De acuerdo con el documento, al que han tenido acceso varios medios alemanes, entre ellos la red “Redaktionsnetzwerk Deutschland” (RND), los diputados proyectan que todos los residentes en Alemania deban recibir tres vacunas, cuyo fabricante podrán elegir libremente.
Los siete diputados que promueven esta iniciativa, que se corresponde en líneas generales con la postura del canciller, Olaf Scholz, y del ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, pertenecen a los grupos parlamentarios de socialdemócratas, verdes y liberales.
El propósito de la medida, según declaró a RND una de las promotoras, la diputada socialdemócrata Dagmar Schmidt, es alcanzar una inmunidad base de cara al próximo otoño para que entonces no sea necesario recurrir a nuevas restricciones.
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De acuerdo con el documento de trabajo, está previsto que las compañías aseguradoras estatales desempeñen un papel importante a la hora de implementar la medida, ya que serán las encargadas de reclamar los certificados de vacunación a sus asegurados.
En caso de que estos no los suministren, las aseguradoras informarán a las autoridades competentes, que podrán abrir un procedimiento sancionador en el que el afectado dispondrá de un determinado plazo para vacunarse antes de ser multado.
Oposición
El grupo de diputados propone que la obligatoriedad esté en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023.
El Ejecutivo tripartito encabezado por Scholz ha decidido que no presentará su propio proyecto de ley con respecto a la cuestión para dejar que la iniciativa al respecto emane del Bundestag, la cámara baja del Parlamento.
Según se supo en el primer debate parlamentario sobre la cuestión, que tuvo lugar el 26 de enero, otro grupo de diputados, en el que también están representadas las tres formaciones del Gobierno, ultima otro proyecto de ley alternativo impulsado por miembros del partido liberal.
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Según esta propuesta, todos los ciudadanos estarán obligados a recibir asesoramiento médico con respecto a la posibilidad de vacunarse; si pasado un tiempo esta medida no mejora la cuota de vacunación, se implantaría la obligatoriedad a partir de los 50 años.
Debido al calendario de sesiones del Bundestag y del Bundesrat, la cámara alta, la aprobación de uno de estos proyectos de ley, para la que hará falta respaldo de parte de la oposición, no podrá producirse hasta abril, como pronto.
Las dificultades logísticas para la implementación de la medida han llevado a miembros del Gobierno alemán a asegurar que es de prever que entre en vigor en verano.