Según informa hoy la cadena CNN, la comitiva de vehículos en la que iba Harris pasó a varios metros de la bomba, y la presienta electa permaneció dentro de la sede del Comité de su partido durante casi dos horas, antes de que se descubriese el artefacto, según indicaron varios funcionarios y personal de seguridad familiarizados con el suceso.
Los detalles sobre la proximidad de Harris al explosivo y el tiempo que estuvo en la zona no habían sido hechos públicos hasta ahora. La cadena asegura que estas revelaciones ponen de manifiesto los fallos de seguridad cometidos durante los citados disturbios en el corazón de la capital estadounidense.
En aquellas horas, las fuerzas de seguridad intentaron responder a múltiples actividades importantes, proteger a políticos destacados y defenderse de decenas de miles de manifestantes desenfrenados que inundaron Washington y tomaron por asalto el Capitolio.
Múltiples fuentes consultadas por CNN coinciden en que Harris llegó a la sede del partido alrededor de las 11:30 (hora local) en su vehículo a través del garaje que llevaba al estacionamiento, cerca del lugar donde la policía descubrió la bomba casera.
El paradero y los movimientos de la ahora vicepresidenta estadounidense han estado envueltos en la incertidumbre, recuerda la cadena. Su presencia en el CND no se conoció hasta principios de enero, cuando se hicieron públicos algunos detalles sobre su evacuación de la sede del partido minutos después de que se descubriera cerca de ese lugar una bomba de tipo casero.
Una fuente policial precisó a la CNN que los servicios de inteligencia, responsables de la protección de Harris ese día, revisaron el interior del edificio, el camino de entrada, el estacionamiento y las entradas y salidas antes de su llegada.
La fuente agregó que Harris fue evacuada usando una ruta alternativa lejos de la bomba.
El 6 de enero de 2021, unas 10.000 personas -la mayoría simpatizantes del entonces presidente, Donald Trump,- marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos.
Hasta la fecha, la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Columbia ha presentado cargos contra más de 700 personas por delitos que van desde atacar físicamente a policías hasta impedir a los legisladores el ejercicio de sus funciones, pasando por destruir propiedad del Gobierno y entrar en un edificio de acceso restringido.