"No hubo 'caja negra', todo fue legal, pero se hizo mal uso de recursos púbicos y sin garantías", declaró Bolsonaro en referencia a los préstamos del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) durante su transmisión en vivo que realiza semanalmente a través de las redes sociales.
"No se tuvo una operación ilegal, todo fue autorizado por leyes, fue mediante ley y medidas provisionales en una maniobra de la máquina del Estado", añadió Bolsonaro en referencia al dinero con el que la principal institución de fomento brasileña financió obras en países como Cuba, Venezuela, Argentina, Angola o Ecuador.
A pesar de que los créditos concedidos durante los mandatos de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016) están dentro de un marco legal, Bolsonaro recordó que "varias personas fueron sindicadas: expresidentes, exconsejeros, empresarios y exministros" y deberán responder por su "mal uso".
"Se hicieron cosas más allá de las que deberían hacer aquí en Brasil, como hidroeléctricas, metro, aeropuertos, puertos o saneamiento en otros países", subrayó Bolsonaro.
En un eventual retorno del izquierdista y opositor Partido de los Trabajadores (PT) al poder, con Lula al frente de las encuestas de intención de voto para las elecciones de octubre, Bolsonaro -quien buscará la reelección- dijo que el "dinero del BNDES va a salir nuevamente para nunca volver".
"Está en el ADN del PT hacer esas bestialidades", sentenció el mandatario, para quien el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el "dictador cubano", en referencia al gobernante isleño, Miguel Díaz-Canel, no van a honrar los compromisos crediticios con Brasil. "Ese dinero se debe ya contabilizar como perdido", aludió.
El presidente del BNDES, Gustavo Montezano, quien acompañó a Bolsonaro, citó que la entidad prestó en el pasado a esos países recursos por un valor de 420.000 millones de reales (unos 77.777 millones de dólares), de los cuales 3.600 millones de reales (unos 666,6 millones de dólares) fueron concedidos a Cuba.
De acuerdo con Montezano, una de las garantías de Cuba era la posibilidad de embargo de la producción de tabaco en la isla, pero la mayor correspondía a títulos del Tesoro del propio Gobierno brasileño "con dinero del ciudadano contribuyente".
COMERCIO DE ARMAS
De otro lado, Bolsonaro comentó sobre el aumento del comercio de armas de fuego, que se triplicó en sus 3 años de Gobierno (225 %), con 153.000 unidades nuevas por año.
"Facilitamos, sin ir más allá de la ley, la adquisición, posé y porte de armas de fuego legales, pero registramos también las menores tasas de homicidio en los últimos 26 años", señaló el jefe de Estado en alusión a los números divulgados con base en los datos del Sistema Público de Salud (SUS) recopilados hasta 2020.
La reducción, que pasó de 26,8 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 20,9 en la misma proporción en 2019 y 2020, sitúa a Brasil en los mismos niveles de mediados de los años noventa.