En su informe anual, que suspendió el año pasado debido a la pandemia, el grupo ecologista resalta el hallazgo de un nuevo mamífero, 35 reptiles, 17 anfibios, 16 peces y 155 plantas y arboles en esta zona de gran biodiversidad que incluye a Birmania, Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam.
"La región del Gran Mekong está todavía en primera línea para el descubrimiento (de especies), pero estos hallazgos resaltan que estamos perdiendo y destruyendo el hábitat natural, y un comercio insostenible de especies salvajes", subraya WWF al apuntar que 3.000 nuevas especies han sido encontradas en la región desde 1997.
Algunas de estas especies ya se podrían encontrar amenazada su supervivencia, entre ellas la citada nueva especie de mono encontrada en la planicie central de Birmania, de la que podrían quedar entre 200-250 ejemplares repartidos en cuatro remotas localizaciones, apuntan los ecologistas.
Este mamífero, bautizado como Popa langur en referencia al volcán extinto del monte Popa, también se ve amenazado por la caza y la deforestación por parte de la industria maderera y para ampliar los cultivos agrícolas.
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La primera evidencia de esta especie de mamífero no fue encontrada en libertad si no entre los huesos recolectados hace más de un siglo y que se encuentran en el Museo de Historia Natural del Gran Bretaña.
El análisis genético para comparar los huesos recolectados recientemente con los especímenes del museo indicaron que ambas muestras coinciden.
Dos principales características distintivas de este nuevo ejemplar, captado gracias a cámaras trampa colocadas en 2018, son los amplios anillos blancos alrededor de los ojos y los bigotes que apuntaban hacia el frente.
“Tenemos que trabajar de manera conjunta y rápida para conservar la vida salvaje y el hábitat que hace esta región única, para asegurar que nuevas especies siguen siendo descubiertas”, señala el grupo ecologista.