El informe de deuda de 2022 de la alianza alemana de alivio de la deuda erlasjahr.de y la asociación episcopal alemana MISEREOR señala que 135 países de los 148 analizados se encuentran en una situación de endeudamiento crítico, de los que 39 preocupan especialmente.
Entre estos últimos no solo hay, como señala Kristina Rehbein, coordinadora política de erlassjahr.de, países de ingresos bajos, sino de todas las categorías, incluidos pequeños estados insulares con mayores ingresos, como Dominica, y economías en desarrollo frágiles, como Sri Lanka y Túnez, pero también países grandes como Argentina, Egipto o Pakistán.
"Nuestras investigaciones muestran que la peligrosa dinámica del aumento de la deuda y el deterioro de la sostenibilidad de la deuda se han intensificado drásticamente", explica Rehbein.
"Eso es tres veces más países que antes de la pandemia de coronavirus", añadió en relación con esos 39 países en situación extrema.
Las organizaciones que publican el informe consideran que los esfuerzos de la comunidad internacional no tienen el alcance suficiente para calmar la situación.
"Las medidas tomadas por el G20 hasta ahora no han permitido ningún alivio sustancial de la deuda", advierte Klaus Schilder, experto en finanzas para el desarrollo de MISEREOR.
El informe muestra que, de todos los países que se ven particularmente afectados, más de la mitad no califican en los criterios del G20 para la reestructuración de la deuda. Hasta el momento, la suspensión de pagos solo pudo evitarse mediante altos niveles de nueva deuda y estrictas medidas de austeridad en los países afectados, pero con un alto coste.
"En 2021, 83 países de ingresos bajos y medianos se vieron obligados a recortar el gasto público que tanto necesitaban para continuar con el servicio de la deuda", añade Schilder.
De acuerdo con el informe, a los acreedores privados, como inversores y bancos, que tienen la mayoría de los derechos de la deuda de países en desarrollo y emergentes, todavía no se les ha hecho responsables de las medidas de alivio de la deuda.
"En lugar de participar en la superación de la crisis, los acreedores privados siguen cobrando el servicio de la deuda y trasladando los costes de la crisis a los presupuestos públicos", critica Rehbein.
LLAMADA AL G7 PARA ALIVIAR EL PESO DE LA DEUDA
La responsabilidad de cambiar esto, afirma el informe, recae principalmente en los gobiernos de los países del G7 (EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) porque es donde se encuentra la mayoría de los acreedores privados.
"Sin un alivio rápido de la deuda y la participación resulta de los acreedores privados, existe el riesgo de un colapso económicos en los países endeudados del Sur Global", señala Rehbein.
Las organizaciones apelan a la responsabilidad de Alemania para resolver esta creciente crisis de deuda en este año que ostenta la presidencia del G7 para cumplir con las medidas comprometidas por el nuevo ejecutivo de Olaf Scholz.
"En el acuerdo de coalición, el gobierno federal (alemán) se comprometió a promover el alivio de la deuda de los países que están particularmente en riesgo y los procedimientos internacionales de insolvencia soberana que han estado vencidos durante mucho tiempo. La coalición ahora debe medirse por esta promesa", advierte Klaus Schilder.
“Esperamos que el gobierno alemán apoye iniciativas relevantes dentro del G7. Un paso importante sería la protección legal de los acuerdos de reestructuración de la deuda a través del a legislación nacional en los países del G7″, propone Schilder, una medida que, a su juicio, garantizaría que los acreedores privados también serían responsables.