El Ejecutivo comunitario había multado en 2013 a ambas compañías por haber acordado no competir entre ellas en el mercado de telecomunicaciones de la Península Ibérica.
Sin embargo, las multas fueron anuladas tres años más tardes por la Justicia europea, que concluyó que la CE debería haber examinado el argumento esgrimido por las sociedades contra el método de cálculo utilizado por las autoridades comunitarias.
En particular, Telefónica y Pharol, antigua Portugal Telecom, defendieron que no competían en algunos mercados y, por tanto, el valor de las ventas de cada empresa en estos mercados debía ser excluido del cálculo de las sanciones.
Así, el Ejecutivo comunitario señala que las nuevas multas "tienen totalmente en cuenta" el fallo del tribunal de Luxemburgo y excluyen "tras una evaluación detallada" del valor de las ventas "aquellos servicios para los que se comprobó que existían barreras infranqueables de entrada" y en los que las dos compañías no competían entre sí durante la aplicación del acuerdo.
De esta forma, la CE reimpone las multas a Telefónica y Pharol por su acuerdo para no competir y las sanciones se basan "en los mismos parámetros en relación a la gravedad, la duración y las circunstancias agravantes y atenuantes" de 2013.