A los golpes, gritos y empujones en el Congreso de Honduras

TEGUCIGALPA. El Congreso de Honduras inauguró un nuevo periodo legislativo (2020-2026) con la elección de su directorio provisional en medio de golpes, gritos y empujones desatado por la rebelión de 20 diputados del partido de la presidenta electa, Xiomara Castro.

Diputados de la oposición y el oficialismo en Honduras se toman a golpes en la inauguración de un nuevo periodo legislativo.
Diputados de la oposición y el oficialismo en Honduras se toman a golpes en la inauguración de un nuevo periodo legislativo.165014+0000 ORLANDO SIERRA

La trifulca comenzó luego de que el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, abriera la sesión y un grupo de 20 diputados del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) propusiera como presidente provisional a Jorge Cálix, uno de los disidentes, lo que violaba un pacto con el partido aliado.

Ayala llamó a Cálix a subir a la mesa de la directiva y lo juramentó. En medio de gritos de “traidores” y “Xiomara”, siete diputados leales a Castro subieron a agredir a Cálix y lo obligaron a huir.

El diputado de Libre Rasel Tomé denunció que Ayala, quien pertenece al oficialista Partido Nacional (PN, derecha), “ilegalmente le cedió la palabra” al grupo de disidentes que “traicionaron el mandato que el pueblo dio a Xiomara Castro” en las elecciones pasadas.

Ayala dijo que la elección de Cálix “fue acompañada por 83 firmas”.

El analista político y exdiputado del PN Raúl Pineda estimó que los 20 diputados actuaron en función de “arreglos oscuros” con los sectores del PN y otros partidos.

La crisis al interior de Libre estalló la noche del jueves, cuando Castro —que ganó en las elecciones del 28 de noviembre al candidato del PN, Nasry Asfura— convocó a los 50 diputados de su partido para pedirles que apoyaran al legislador Luis Redondo como presidente del Legislativo, pero 20 no asistieron al encuentro.

El juramento de la nueva mesa directiva del Congreso de Honduras se desarrolló en medio de tensiones, golpes y gritos.
El juramento de la nueva mesa directiva del Congreso de Honduras se desarrolló en medio de tensiones, golpes y gritos.

“Traición contrarrevolucionaria”

“La ausencia de los 20 diputados es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrocó la narcodictadura (...) al imponer un plan de la élite corrupta que dirige (el actual presidente) Juan Orlando Hernández” , declaró la presidenta electa tras la reunión.

Castro ganó las elecciones con la propuesta de impulsar transformaciones sociales que rescaten al país de la pobreza, la corrupción y el narcotráfico que infiltró las estructuras del Estado, lo que ha sido bien visto por Estados Unidos al favorecer su política antimigratoria.

La presidenta electa ganó con una alianza entre Libre, coordinado por Manuel Zelaya —su esposo y expresidente derrocado en 2009— y el Partido Salvador de Honduras (PSH), del excandidato Salvador Nasralla.

Uno de los compromisos asumidos por la alianza era nombrar a Nasralla vicepresidente y cederle la presidencia del Congreso. Nasralla propuso para ese cargo a Redondo.

El Congreso está integrado por 128 diputados: 50 de Libre, 10 del PSH, 44 del PN, 22 del Partido Liberal (PL, derecha) y dos de dos partidos minoritarios.

Para la elección de la directiva de Congreso se requieren 65 escaños.

Los 20 diputados que se rebelaron violaron el acuerdo de Libre con Nasralla al desconocer a Redondo y proponer a Jorge Cálix.

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