Como todos los países de Europa, Italia -y por extensión el pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano- se enfrenta a un aumento de los casos de coronavirus alimentado por la nueva variante ómicron.
El pontífice suele ser recibido por los fieles cuando visita el pesebre el 31 de diciembre, después de presidir la ceremonia de la víspera de fin de año y cantar la oración del Te Deum.
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Pero el Vaticano indicó en una nota de su agenda que “el evento no se celebrará, para evitar concentraciones y los consiguientes riesgos de contagio de covid-19″ .
Francisco, de 85 años, celebró el miércoles su audiencia general semanal como es habitual en el aula Pablo VI del Vaticano, con máscaras y distanciamiento social.