Un habitante local alertó a las autoridades este lunes de que unos hombres que habían llegado a la localidad de Yuncheng el pasado 23 de diciembre con la intención de acceder a la mina, tras lo cual se perdió el contacto con ellos.
Después de varias horas de búsqueda, en la tarde de este lunes se hallaron seis cuerpos a una profundidad de 2.700 metros en la mina abandonada, que había sido clausurada en 2018 y a la cual las víctimas accedieron a través de agujeros.
Poco después, el personal médico desplazado al lugar confirmó la ausencia de signos vitales y declaró su muerte, aunque la causa del suceso sigue investigándose.
Algunos habitantes locales declararon al medio local The Paper que es común la práctica de "lavar oro", que es como se conoce al uso de cianuro de sodio y otros productos químicos para disolver el oro en pequeñas proporciones y separarlo de la roca, pese al riesgo de envenenamiento que conlleva y que ha causado numerosas víctimas en zonas mineras en los últimos años.
Las minas ilegales suelen contar con mala ventilación, lo que multiplica las posibilidades de sufrir este tipo de accidentes, apuntó The Paper.
Según CCTV, la zona, en la que nace el río Sushui, tiene abundantes recursos minerales como cobre, oro y plata, por lo que la minería ilegal es un fenómeno habitual pese a los esfuerzos gubernamentales por erradicarla.
Precisamente la semana pasada, las autoridades locales habían celebrado una reunión para estudiar medidas contra este delito a raíz de la inundación de una mina ilegal en otra localidad de la misma provincia en la que dos personas murieron y más de 20 permanecieron encerradas durante horas.
La provincia de Shanxi es uno de los centros mineros de China: es la mayor productora de carbón (27 % del total) del país, según la Oficina Nacional de Estadísticas.