Los detenidos, con parentesco familiar, están acusados también de venta de droga, informó este jueves la Policía.
Las víctimas, que tenían una deuda contraída con la red de unos 8.000 euros (unos 9.051 dólares) cada una, vivían en unas condiciones "pésimas" de salubridad, pues debían compartir habitación con hasta doce personas y eran obligadas a consumir droga para aumentar su tiempo de exposición a los servicios sexuales, según un comunicado de la Policía.
Una mujer de 54 años dirigía supuestamente la red junto a su exmarido y otros familiares cercanos, que operaban en pisos de localidades de la provincia española de Sevilla (sur), donde presuntamente ofrecían a clientes los servicios sexuales de estas mujeres, que habían sido trasladadas hasta España como turistas.
La organización ofrecía también servicios sexuales fuera de los domicilios y las víctimas eran trasladadas personalmente miembros de esta red, que además vendía a los clientes cocaína, que estaba preparada en pequeñas dosis en los pisos donde se ejercía la prostitución, subraya la nota.
La considerada como jefa de la organización sufragaba los gastos del viaje de las víctimas y colocaba a las mujeres explotadas en los diferentes pisos, además de ejercer como enlace con el país donde eran captadas, añade.
Los agentes practicaron siete registros simultáneos en estos pisos en tres localidades, seis de los cuales eran utilizados para la explotación de mujeres y almacenamiento de estupefacientes, según la Policía.
En total fueron requisados 82.000 euros (unos 92.775 dólares) y 50 gramos de cocaína, preparados en bolsitas para servir a clientes y víctimas.
A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal dedicada a la trata de personas y explotación sexual, contra la salud pública, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra los trabajadores.
Además, a uno de los detenidos se le imputa agresión sexual a una víctima, de la que se aprovechó al menos en cuatro ocasiones, señala el comunicado.