De esta manera, Oxford/AZ se suman a otros laboratorios que están estudiando la posibilidad de adaptar sus preparados a esta nueva variante, después de que los expertos advirtieran de que las actuales vacunas no serían tan efectivas ante ómicron.
"Junto con nuestros socios de AstraZeneca, hemos tomado pasos preliminares para producir una vacuna actualizada en caso de que sea necesario", dijo al FT el líder del grupo de investigación de Oxford, Sandy Douglas.
Los investigadores, según el diario, estiman que el desarrollo de esta vacuna puede llevar unos cien días.
Estos estudios salen a la luz mientras muchos países europeos han vuelto a imponer fuertes restricciones por la rápida propagación de la variante ómicron, que, según los científicos, es mucho más contagiosa que la delta.