A sus 35 años, Boric es el jefe de Estado electo más joven en la historia de Chile y también el de mayor votación, con 4,6 millones de votos.
“Estamos conscientes de que es importante para el país otorgar certezas. Vamos a actuar en consecuencia de ello, no tenemos en este momento nombres que pueda hacer públicos”, indicó el ex líder estudiantil en una rueda de prensa en La Moneda (sede gubernamental) tras reunirse con el presidente saliente, Sebastián Piñera.
En el futuro gabinete, "las mujeres van a ser las protagonistas" y "seguro" que habrá independientes, apuntó la carta presidencial del Frente Amplio y el Partido Comunista, quien compareció junto a sus jefes de campaña, Izkia Siches y Giorgio Jackson, que suenan como cartas ministeriales.
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El encuentro con Piñera fue el primer acto oficial de Boric tras la apabullante victoria del domingo, cuando se impuso por 55,8 % de los votos y más de 10 puntos de diferencia al conservador José Antonio Kast.
“Me parece relevante destacar el carácter de Estado que tiene (la reunión) y la continuidad del Estado más allá de las legítimas diferencias políticas que a veces, como es el caso, pueden ser muy grandes”, reconoció el todavía diputado por la austral región de Magallanes.
Durante la reunión, Boric y Piñera hablaron sobre la importancia de la "continuidad" en relaciones internacionales, la pandemia, la reactivación económica, el traspaso de poder y las causas judiciales contra agentes de seguridad por presuntas violaciones a los derechos humanos durante la ola de protestas de 2019.
"Una de nuestras prioridades en el Gobierno va a ser que exista verdad, justicia, reparación y, por cierto, no repetición", agregó Boric, quien el domingo se impuso en 11 de las 16 regiones del país y arrasó en la capital.
Minutos después de que su el que va a ser su sucesor abandonara el palacio presidencial, Piñera indicó en una breve comparecencia pública que le ofreció "toda la colaboración para que el traspaso de mando sea muy republicano".
Crítico acérrimo del modelo neoliberal instalado durante la dictadura militar (1973-1990), Boric promete una profunda agenda de cambios para ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa, con acento ecologista, feminista y regionalista.