Tras un breve discurso, Abdo Benítez también declaró clausurada la cumbre celebrada en forma telemática y en las que intervinieron además los gobernantes de Argentina, Alberto Fernández; de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Bolsonaro, cuyo Gobierno coordinó la reunión y concluyó así su presidencia semestral del bloque.
Abdo Benítez garantizó que, durante los próximos seis meses, su Gobierno se empeñará en la reducción de trabas burocráticas en el bloque, en "abrir la fortaleza que tiene la región al mundo" y en "seguir fortaleciendo los valores que nos unen", entre los que citó la "democracia" y la "libertad".
La cumbre semestral concluyó sin acuerdos en torno a la muy proclamada reducción del 10 % del Arancel Externo Común, que estaba casi consensuada pero fue condicionada por Uruguay a que el Mercosur modifique la cláusula que impide a sus miembros negociar acuerdos comerciales con otros países o bloques en forma individual.
En un bloque en que todas las decisiones se adoptan por consenso, esa reducción quedó postergada por la postura de Uruguay, que exige una mayor libertad para avanzar en acuerdos comerciales en forma individual, como ya lo está haciendo de hecho con China.
En ese sentido, Abdo Benítez se comprometió a dar prioridad a las negociaciones sobre el arancel externo y afirmó que "el mejor camino para defender los intereses es trabajar de forma conjunta y coordinada".
También subrayó que, durante la presidencia pro tempore que asume Paraguay, se desarrollará "una agenda dinámica" y "proactiva", que incluirá ese proceso de revisión arancelaria.
"Hemos llegado a un acercamiento importante de posiciones en los últimos meses", añadió el presidente paraguayo, en referencia a esas negociaciones, obstaculizadas ahora por Uruguay.