La Agencia de Seguridad Sanitaria británica reportó por su parte otros 1.576 casos de ómicron por todo el país, elevando el total hasta la fecha a 4.713.
El Ejecutivo se propone suministrar esa inyección extra a todos los mayores de 18 años -siempre que hayan pasado tres meses de la segunda dosis- antes de que termine este mes. Un reto ambicioso con el que confía en poner freno a la “marea” de infecciones que se avecina.
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Durante una visita a un centro de vacunación de la capital, el primer ministro, Boris Johnson, advirtió de que "tristemente, ómicron está produciendo hospitalizaciones y al menos un paciente ha fallecido".
El líder "tory" ha rechazado la actual percepción de que produzca efectos menos graves que otras variantes: "La idea de que es una versión más suave del virus es algo que debemos aparcar y reconocer la rapidez con la que se acelera (su propagación) entre la población. Lo mejor que podemos hacer es ponernos la dosis de refuerzo", dijo.
La "demanda extremadamente alta" de vacunas de refuerzo ha provocado problemas técnicos en la web del NHS -servicio público sanitario-, donde se reservan las citaciones para ponerse la vacuna.
Pero hasta la fecha, el llamamiento urgente del Gobierno parece estar surtiendo efecto, a juzgar por las largas filas de personas que, pacientemente, esperaban hoy su inyección.
"Estuve ayer toda la noche intentando reservar cita (...) y hoy me dieron para el 5 de enero, (pero) como hoy coincidía que tenía un día libre, he venido a pasar la mañana al hospital de St Thomas", explicó a Efe la española Angela García mientras esperaba para recibir su dosis de refuerzo en uno de los numerosos centros en los que se administra la vacuna sin cita previa.
En esta titánica operación se desplegarán 42 equipos militares para habilitar centros adicionales y unidades móviles con los que agilizar la operación.
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Críticas
Johnson vadea la vertiginosa propagación de la ómicron mientras las críticas a su gestión de la crisis no cesan. Todavía se habla de las fiestas navideñas montadas supuestamente por miembros de su Gabinete cuando el resto de la ciudadanía se atenía a las rígidas normas sociales el pasado año.
En defensa del "premier", el titular de Sanidad, Sajid Javid, recalcó hoy a la BBC que el líder "tory" está "totalmente y completamente centrado en los desafíos de la nación".
El Gobierno ha introducido restricciones contempladas en su plan de contingencia o plan B, como el teletrabajo siempre que sea posible, la generalización del uso de mascarillas en lugares públicos cerrados, y la obligatoriedad de mostrar certificados covid para poder entrar en locales nocturnos o asistir a espectáculos.
Esas normas, que confirmó hoy Javid en una declaración ante la Cámara de los Comunes (baja), deberán ser aprobadas por los diputados en una votación que se celebrará mañana.
En su intervención, el ministro aclaró que desde el miércoles se necesitarán dos vacunas y una dosis de refuerzo para acceder a locales grandes o un test de antígenos con resultado negativo como parte de los cambios introducidos en los pasaportes covid.
Además, a la hora de efectuar viajes internacionales, esos certificados incluirán también el estado de los menores de entre 12 y 15 años.
Javid consideró que se trata de "pasos proporcionados y equilibrados" con los que se pretende "ganar tiempo mientras se suministran las dosis de refuerzo".
"Hasta ahora el mayor número de vacunas que hemos puesto en un solo día en el Reino Unido ha superado las 840.000. Ahora no solo tendremos que igualar esta cifra, sino que habrá que superarla", indicó.
En un mensaje en Twitter, el asesor médico del Gobierno, Chris Whitty, alertó hoy de que el país afronta de nuevo “un creciente desafío” después de que se contabilizaran 54.661 nuevos contagios en las últimas 24 horas.