“Aquí no va a ser paraíso de negacionistas. Por tanto, si hasta el 15 de diciembre el Gobierno Federal no adopta el pasaporte, Sao Paulo lo hará y lo exigirá en sus aeropuertos internacionales”, dijo el gobernador del estado paulista, Joao Doria, en contra del firme rechazo a esa medida por parte del presidente Jair Bolsonaro.
Con unos 42 millones de habitantes, Sao Paulo es el estado más rico y poblado de Brasil, así como la principal puerta de entrada al país, pues abriga el puerto de Santos, el mayor de Latinoamérica, y el mayor aeropuerto internacional de Suramérica.
Doria recordó que el certificado de vacunación contra el coronavirus ya ha sido adoptado por varios países en el mundo y subrayó que llegó a ser recomendado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) a fin de evitar la propagación del patógeno, en medio de los temores por la variante ómicron.
"La medida fue correctamente recomendada por la Anvisa. No hay razón para que el Gobierno Federal niegue o no avance en el pasaporte, excepto por razón política o ideológica", agregó, en una crítica indirecta a Bolsonaro, uno de los líderes más escépticos frente a la pandemia.
Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, reafirmó la víspera que no restringirá el acceso al país y, poco después, el Gobierno anunció que Brasil impondrá una cuarentena de cinco días a las personas que lleguen desde el exterior no vacunadas y exigirá un examen negativo de covid, pero no adoptará pasaporte sanitario.
Con más de 616.000 muertos y 22,1 millones de infectados por el coronavirus, Brasil es uno de los tres países más afectados por la pandemia, al lado de Estados Unidos e India, aunque vive desde junio una relativa tranquilidad gracias a la caída en los contagios y decesos, impulsada por el avance de la inmunización.
Sin embargo, con la llegada de la ómicron, de la que ya se han confirmado seis casos en el país, las autoridades sanitarias han advertido de que es necesario exigir el certificado de vacunación a quienes lleguen a Brasil, junto con un diagnóstico negativo de covid, para contener un posible rebrote.