Entre los desaparecidos se encuentran tres referentes de Madres de Plaza de Mayo (Azucena Villaflor de Vicenti -fundadora de la agrupación-, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga), así como dos monjas francesas (Léonie Duquet y Alice Domon).
"Acá no hubo dos demonios. Hubo un terrorismo de Estado que se llevó la vida de miles y miles de argentinos y argentinas. Este es un homenaje que la Argentina le debe a cada víctima del terrorismo de Estado", aseguró Fernández en declaraciones recogidas por Presidencia.
El acto se realizó frente al Solar de la Memoria de la Iglesia de Santa Cruz, bajo el lema "pisamos las calles nuevamente para recuperar la Patria Igualitaria, Libre y Soberana por la que lucharon nuestras y nuestros 30.000 (desaparecidos). Memoria, Verdad y Justicia".
Durante su intervención, el presidente señaló la necesidad de que en Argentina haya "una justicia mejor".
"Vamos a seguir peleando por eso, aun cuando a veces la justicia se corporativiza y hace todo lo necesario para ponerse enfrente de los que sólo pedimos verdad y justicia, que es lo que deberían garantizarnos los jueces argentinos”, aseveró el mandatario.
Los "12", como se conoce a este grupo de personas, estaban integrados por familiares de personas desaparecidas en la dictadura y activistas por los derechos humanos, quienes se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz, parroquia ubicada en el barrio porteño de San Cristóbal.
Entre los asistentes a esos encuentros en la iglesia se encontraba Alfredo Astiz, integrante del grupo de tareas 332 que funcionaba bajo la órbita de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de detención de la dictadura.
Con el pseudónimo de “Gustavo Niño”, Astiz consiguió infiltrarse en esos encuentros haciéndose pasar por el familiar de un desaparecido e identificó a las doce personas que, entre el 8 y el 10 de diciembre, fueron secuestradas por la Armada.