En un breve comunicado, el RVD aseguró anoche que los síntomas que presenta la princesa son “leves” y subrayó que “se adhiere a las reglas de vida de las personas que han dado positivo” en SARS-CoV-2, por lo que también se ha informado a quienes han estado en estrecho contacto con ella durante los últimos días, siguiendo el protocolo oficial.
La princesa Beatriz, de 83 años, ha tenido durante la última semana una visita de trabajo a Curazao, donde habló y se reunió con representantes del sector sanitario que está directamente involucrado en la lucha contra la pandemia.
Había recibido una dosis de refuerzo antes de su viaje a la isla neerlandesa del Caribe.
La anterior monarca, que abdicó en su hijo Guillermo Alejandro en abril de 2013, sigue involucrada en la vida oficial y suele tener varias actividades en su agenda cada semana, lo que incluye visitas oficiales presenciales a organizaciones y empresas.
Aunque el Gobierno neerlandés no ha especificado el número de días en los que Beatriz tendrá que estar en aislamiento, lo oficial son cinco días si no se presentan síntomas y se somete a un nuevo test PCR, y siete días en caso de sintomatología.
Esto hará que la princesa no pueda participar en la celebración del cumpleaños de su nieta, la princesa Amalia, que cumple el próximo martes 18 años, la edad que la convierte oficialmente en heredera al trono neerlandés.
La princesa Amalia tendrá un asiento sin derecho a voto en el Consejo de Estado y acudirá a dar un discurso acompañada de su padre, el rey Guillermo Alejandro, que es también el presidente de este organismo asesor del Gobierno neerlandés.