El capítulo es el número 12 de la decimosexta temporada de la popular serie de dibujos animados y, si se accede a la citada plataforma de reproducción de vídeo en línea desde Hong Kong, se puede apreciar que del episodio 11 salta al 13.
Durante su visita a la capital china, la familia Simpson acude al mausoleo de Mao, donde el exdirigente chino permanece embalsamado, en plena plaza de Tiananmen, centro de las protestas en pos de la apertura política y contra la corrupción que el Ejército de Liberación Popular reprimió de manera sangrienta en la madrugada del 4 de junio de 1989.
En el capítulo también aparece una imagen de una placa en la icónica plaza pekinesa en la que se lee: "Plaza de Tiananmen. En este lugar, en 1989, no sucedió nada".
Asimismo, se hace referencia a las imágenes del "hombre del tanque", un viandante que, en la mañana del 5 de junio de 1989, se plantó ante los tanques que se alejaban de la plaza por la avenida de Chang'an.
Aunque ciertos sectores de la población china conocen algunos detalles sobre aquel funesto episodio histórico, este está fuertemente censurado por las autoridades, y los pocos familiares de víctimas que aún se atreven a exigir justicia, recuerdo y reparaciones se topan de manera frecuente con el aparato represor chino.
No es la primera noticia relacionada con Tiananmen que ha brotado en los últimos meses en Hong Kong, ya que recientemente la Alianza de Hong Kong de Apoyo a los Movimientos Democráticos Patrióticos en China -convocante de una vigilia anual en recuerdo de las víctimas de la masacre, prohibida en 2020 y 2021 por la pandemia- terminó por disolverse tras el arresto de varios de sus miembros, sospechosos de ser "agentes extranjeros".
Las libertades de los hongkoneses se han ido erosionando rápidamente desde la entrada en vigor, el 30 de junio de 2020, de la controvertida Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong y que contempla penas de hasta cadena perpetua para los supuestos de secesión, terrorismo o confabulación con fuerzas extranjeras, entre otros.
La ley fue la respuesta de Pekín a las multitudinarias protestas antigubernamentales que tomaron las calles de la excolonia británica durante la segunda mitad de 2019.
Mediante la Declaración Sino-Británica de 1984, Pekín se comprometió a mantener durante al menos cincuenta años las libertades vigentes en Hong Kong desde el momento de la retrocesión de su soberanía de parte de Londres, acontecida a mediados de 1997.